La idealización del amor romántico, con sus mitos sobre los celos como señal de amor e interés, o el sufrimiento por amor o el “esfuerzo” por cambiar la forma de ser de tu pareja, están muy asentados en la adolescencia y la juventud, pero esas creencias son “falacias” que “construyen los cimientos” para que surja el control, el dominio y la violencia machista.“Estamos asistiendo a un rearme de esos mitos románticos, que hace años parecían frenados. También lo vemos en películas y series que se exhiben en las plataformas dirigidas a un público juvenil... se presenta diluido, pero inciden en la idea de que ellos son los que ligan, los chulos, y nosotras sufrimos y esperamos que nos protejan y nos salven... contrarrestar todo esto requiere enseñar otra forma de amar a los chicos y a las chicas”, según afirma la socióloga especializada en violencias machistas en adolescentes y jóvenes, Carmen Ruiz Repullo.

Ruiz Repullo se encuentra en Bilbao para participar en el congreso CoEducando para prevenir las violencias machistas, que organiza por segundo año la ONG InteRed Euskadi, dedicada a proyectos de colaboración y educación en los colegios.

Talleres de prevención

La también profesora universitaria parafrasea en sus talleres de prevención de violencia machista dirigidos a los jóvenes un conocido refrán, que debería decir “quien bien te quiere no te hará sufrir, te hará reír y te respetará”, y también transmite que “el amor, la pareja es una opción de vida, no una obligación; no es el pilar de nuestra vida, sino una parte más; el amor es felicidad, alegría, diversión y respeto hacia nuestra forma de ser o de vestir, y debe sumar, no restar libertad, ni autoestima ni seguridad”.

Según afirma, las nuevas generaciones presentan una conciencia “ambivalente” hacia el machismo y el patriarcado, ya que se reconocen como feministas y partidarias de la igualdad, pero, por otro lado, incorporan “nuevas formas de machismo, que en realidad son muy viejas”, y que “están relacionadas” con el discurso de la ultraderecha que cuestiona la igualdad y la violencia machista.

“Te encuentras una división entre quienes están a favor de la igualdad y los que nunca dirán que están en contra, pero que creen que ya se ha alcanzado y cuestionan qué más queremos las mujeres. También hay chicas y chicos que mantienen que se culpabiliza de todo a los hombres en un relato muy influenciado también por la ultraderecha”, según explicó, y remarcó que “el hombre no es el enemigo de las mujeres; el enemigo es el machismo, el patriarcado y la violencia”.

Destacó el papel de las redes sociales en la divulgación de estas ideas y subrayó que el machismo “sabe adaptarse a los tiempos y ahora mismo esas redes sociales son su espacio de adaptación, con argumentos de negacionismo expresado a través de memes y frases cortas que van directas al estómago, se asumen con facilidad y siempre culpan a las feminazis o las políticas de igualdad de lo que te pueda ocurrir. La consecuencia es que te encuentras con chicos que se creen que si una chica les acusa de cualquier cosa, la que sea, van directos a la cárcel durante 30 años”.

Ultraderecha. La experta criticó a la ideología de ultraderecha, que opina que estos asuntos son “adoctrinamiento, cuando la igualdad es un derecho humano. Solo hablan de adoctrinar en la escuela cuando se refieren a la igualdad”, apuntilló.

Acceso a la pornografía. Las instituciones deberían “poner barreras tecnológicas” para evitar el fácil acceso de los menores a la pornografía ya que normaliza unas relaciones donde el hombre tiene el poder.