Tampoco los barrotes de las prisiones, ni sus altas paredes, ni los distintos Módulos estancos donde conviven los presos son suficientes para contener la transmisión del virus. Lo saben en Zaballa, el centro penitenciario alavés donde han sido detectados una docena de casos positivos; todos en el Módulo 7, en la segunda planta de las instalaciones. De momento, las cárceles de Basauri y de Martutene están esquivando la presencia de ómicron.Así las cosas, en la prisión construida en tierras alavesas se ha optado por reforzar las medidas de protección y prevención ante la covid-19 después de haber confirmado esos doce expedientes clínicos de reclusos contagiados con el patógeno. Desde marzo de 2020 son varias las medidas preventivas que se han venido poniendo en práctica y que se mantienen, como efectuar pruebas diagnósticas ante la sospecha y aparición de los primeros síntomas; la realización de cuarentenas de las personas que reciben visitas o disfrutan de permisos, que son sometidas a pruebas PCR; y fijar la máxima separación entre personas privadas de libertad aprovechando todos los módulos, entre otras.

Según información a la que ha tenido acceso este periódico, el pasado 29 de diciembre las 74 personas internas en el Módulo 7 -todos varones-, se sometieron a pruebas PCR. Una medida de control que se adoptó nada más comprobarse que uno de los internos mostraba síntomas leves compatibles con coronavirus. Por este motivo se le realizó una prueba de antígenos que dio resultado positiva. Tras detectar ese caso se decidió extender las pruebas de antígenos -de rápido resultado- a otras 16 personas al considerar que podían haber estado más expuestas a la transmisión del virus. Así, fueron doce los resultados positivos hallados el miércoles.

El citado Módulo 7 dispone de 72 celdas para un total de 74 personas, por lo que casi la totalidad de los presos disponen de un espacio individual. Los doce casos positivos detectados se mantienen en situación de aislamiento sanitario. En todo caso, las 74 personas del Módulo deberán pasar una nueva prueba diagnóstica dentro de 7 días, que confirme su estado de salud. Desde la Dirección del Centro Penitenciario Araba se subraya la importancia de haber logrado que estos contagios no se hayan extendido al resto de módulos, al tiempo que se quiere tranquilizar a las familias y personas allegadas de internos e internas, "quienes han demostrado una gran responsabilidad durante todos estos difíciles meses".

Zaballa dispone de una Unidad de Atención Primaria de Osakidetza, con profesionales sanitarios disponibles las 24 horas. Cabe destacar igualmente que en la cárcel alavesa el índice de vacunación con pauta completa alcanza el 96% entre las personas reclusas. De momento, a los centros penitenciarios Bizkaia y Gipuzkoa no ha llegado la transmisión comunitaria de la variante Omicron. En Martutene se ha detectado un positivo en una persona reclusa, que se encuentra sin síntomas y en aislamiento sanitario. En Basauri son dos los internos positivos; ambos con síntomas leves.

Las cárceles vascas mantienen desde marzo de 2020 una serie de medidas preventivas para evitar situaciones de contagio masivas. Así, cuando un recluso mantiene contacto directo con las personas que la visitan o disfruta de un permiso, realiza en la prisión una cuarentena de siete días tras la cual se le realiza una prueba diagnóstica PCR antes de regresar a su módulo.