Patricia Fanlo Mateo es la coordinadora del registro de covid persistente en Nafarroa. "Cada paciente es único e irrepetible, pero el ver que una persona joven de pronto es incapaz de poder realizar una actividad cotidiana normal y que no puede atender, ni coger a sus hijos, te rompe el alma... Desde luego, estas personas están sufriendo mucho, tanto a nivel emocional como físico, porque no están siendo entendidos ni por sus entornos familiares, laborales, ni por la sociedad. Están padeciendo mucho sufrimiento personal. Los pacientes no se lo inventan y se les debe dar una atención adecuada dentro de la sanidad pública; es una nueva enfermedad", afirma. Por ello, esta especialista en Medicina Interna y en enfermedades autoinmunes sistémicas, sostiene que "el abordaje debe ser físico, psicológico e incluso social y, por lo tanto, multidisciplinar con una coordinación estrecha con Atención Primaria. Hay que evitar el estigma y las connotaciones que se le asocian. Y recordar que la gran mayoría de los casos, con el tiempo, se recuperarán".

Se han identificado más de 200 síntomas de la covid persistente, pero ¿cuáles son los más frecuentes?

—De entre los más de 200 síntomas descritos, uno destaca en todos los estudios: la sensación de fatiga, que en ocasiones es extrema, impidiendo realizar una actividad diaria normal. Los síntomas más frecuentes, aparte de la fatiga, son falta de aire, dolor torácico, cefalea, pérdida de olfato e intolerancia al ejercicio.

¿Cuál es la diferencia entre las secuelas tras superar la covid y tener covid persistente?

—La diferencia está en que las secuelas del covid-19 son el daño directo provocado o bien por el virus o por la terapias invasivas utilizadas para dar soporte a estos pacientes. Muchos de los enfermos graves que han sido hospitalizados tardan en recuperarse. Parte de las secuelas que muestran tras recibir el alta se refiere al llamado síndrome post UCI, consecuencia de haber pasado semanas en una cama de cuidados intensivos. Son secuelas frecuentes, por ejemplo, la fibrosis pulmonar provocada tanto por la propia reacción inflamatoria viral como por las terapias de ventilación mecánica, la afectación cardíaca en forma de miopericarditis, isquemia o disfunción miocárdica y afectación neurológica en forma de polineuropatías, ictus o parálisis braquiales secundarias a la posición de prono. Las secuelas se producen en pacientes que han requerido casi siempre ingreso y han estado en una situación de gravedad importante. En cambio, la covid persistente son síntomas que persisten a lo largo del tiempo, a pesar de que el paciente ya ha superado la enfermedad, pero sigue con los síntomas sin daño orgánico aparente. La mayoría de los pacientes con covid persistente no han precisado ingreso y la infección aguda no ha sido grave.

El pasado mes de marzo se creó un registro de los pacientes con covid persistente. ¿Cuántos pacientes hay actualmente registrados en Nafarroa con esta patología?

—Desde el 29 de marzo hasta la actualidad hemos valorado a unos 80 pacientes en consultas de covid persistente de Medicina Interna en el Complejo Hospitalario de Navarra.

¿Cuál es el perfil del paciente?

—El paciente con covid persistente se encuentra entre los 40 y 50 años. Son personas jóvenes, incluso estamos viendo niños, con cierto predominio femenino, que pasaron la infección en su domicilio, sin precisar de ingreso, y que generalmente no recibieron ningún tipo de tratamiento. Muchos de ellos son personas jóvenes que corrían incluso maratones y ahora no pueden caminar ni 300 metros. Muchas personas se están encontrando con problemas para recuperarse incluso un año después de la infección. Además, el perfil de los síntomas ha despertado la preocupación de que algunos de estos casos evolucionen a un síndrome de fatiga crónica.

¿Qué porcentaje de los pacientes infectados del covid-19 en Nafarroa desarrolla posteriormente covid persistente?

—En un estudio publicado en Nature se estimó que un 13% sigue experimentando síntomas después de un mes. El porcentaje baja al 4,5% a los dos meses y al 2%, a los tres. Estamos inmersos en la quinta ola y estamos detectando pacientes con covid persistente todavía de la primera, segunda y tercera ola. Según estos datos, en Navarra podrían sufrir covid persistente un 2% de los infectados, pero estamos todavía recogiendo datos y es pronto para dar un porcentaje exacto aunque, en conjunto, no creemos que cambie mucho.

Teniendo en cuenta ese porcentaje, estaríamos hablando que casi 1.500 personas en la Comunidad Foral tienen esta patología.

—Entre 1.000 y 1.400, pero muchos de los pacientes están siendo tratados por Atención Primaria y no precisan valoración por esta consulta. Atención Primaria solamente está derivando a esta consulta aquellos casos de mayor gravedad, que están precisando de bajas laborales más largas o tienen síntomas más invalidantes.

¿Se sabe por qué unas personas desarrollan covid persistente y otras no? ¿Cuál es la causa?

—La edad, la gravedad o la presencia de más síntomas al inicio aumentan las posibilidades de sufrirlo, aunque jóvenes y con cursos más leves no están exentos de riesgo. Hay más probabilidades en caso de ser mujer.

¿Qué valoración hace de la labor que realiza el grupo técnico que se creó para tratar a estos pacientes?

—La creación del grupo técnico ha sido un acierto en la gestión de esta nueva patología. Ha permitido crear circuitos multidisciplinares con Atención Primaria y asegurar una asistencia de calidad a estos pacientes.

¿Cuántos pacientes con covid persistente están siendo tratados por este grupo técnico?

—La gran mayoría de los pacientes valorados en la consulta de covid persistente precisan de algún tipo de terapia rehabilitadora, de suplementos nutricionales y, en algunos casos, de terapia antiinflamatoria.

¿Qué tipo de tratamientos o atención reciben?

—El tratamiento es multimodal, bio-psicosocial, puesto que estos pacientes precisan de terapia rehabilitadora, física, cognitiva, conductual y emocional. También el tratamiento se dirige a corregir déficits nutricionales y, en aquellos pacientes que persistan con fiebre o reactantes de fase aguda en la analítica, se utiliza de forma empírica los corticoides a dosis bajas e, incluso, en trastornos autoinmunes inducidos por el coronavirus se usan terapias inmunomoduladoras y gammaglobulinas.

¿Cuántos de ellos han superado la patología, es decir, se han curado?

—En la actualidad un escaso número de pacientes se han podido dar de alta. Precisan de pruebas complementarias y de terapias durante meses, por lo que es todavía pronto para dar un número exacto.

¿Qué se podría mejorar de la atención sanitaria a estos pacientes?

—Más que unidades especializadas, lo que estos pacientes necesitan es mayor coordinación con Atención Primaria, agilizar los circuitos de derivación y un abordaje multidisciplinar. Necesitamos una estructura de atención a estos pacientes y también para la investigación.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido de esta nueva enfermedad?

—Se han propuesto varios mecanismos para explicar el síndrome postviral del coronavirus. Lo más probable es que sea un estado de inflamación prolongada, con algunos casos de reacciones autoinmunes, pero seguimos con mucha incertidumbre. Esperamos que con la consulta de covid persistente y con el registro, así como con el estudio llevado a cabo por el grupo de investigación de Mikel Izquierdo en NavarraBioMed, podamos despejar las incógnitas de este virus que todavía quedan por aclarar. Un año después del inicio de la pandemia tenemos más claro qué sucede tras superar la covid, pero queda aún bastante por desentrañar. Muchos de los estudios que están en marcha ayudarán a clarificarlo.

¿Los síntomas de los jóvenes que tienen covid persistente son diferentes a los de los adultos?

—Los primeros estudios apuntan que la incidencia de la covid persistente en jóvenes de 20 a 30 años puede estar entre el 2,5% y el 7% del total de los contagios en esta edad. Parece ser que el riesgo de que alguien joven la desarrolle -que continuase con síntomas más de 12 semanas tras la infección- es más elevado que el de acabar en un hospital o UCI. Entre los jóvenes, los síntomas son similares a los de los adultos, pero sí parece que existe mayor falta de concentración o neblina mental y cefalea. Ya el covid-19 ha afectado de forma diferente a niños y a jóvenes, produciendo un nuevo síndrome que ocurre de manera tardía en niños expuestos a esta infección, denominado como síndrome inflamatorio multisistémico.

"Estos pacientes necesitan mayor coordinación con Atención Primaria, agilizar los circuitos de derivación y un abordaje multidisciplinar"

"Los más jóvenes no son inmunes ni al coronavirus, ni a sus secuelas ni al covid persistente"

"Son personas entre los 40 y 50 años, con cierto predominio femenino, que pasaron la infección en su domicilio"