El LABI vuelve a tener este lunes sobre la mesa el reto de calibrar las medidas frente al covid procurando crear el menor impacto posible de una forma equilibrada. Con esta premisa se pronunciaba este domingo en redes sociales el lehendakari, Iñigo Urkullu, en su llamamiento a avanzar "prudentemente" en la modulación de las medidas sanitarias y a adecuarlas a la realidad, mientras se mantiene "con rigor, todo lo que sabemos que es bueno para preservar nuestra salud y la de quienes nos rodean" frente a la covid-19.

El jefe del Ejecutivo vasco recuerda en su llamamiento que seguimos inmersos en una situación de emergencia sanitaria, y que en Euskadi continúa vigente la Declaración de Emergencia Sanitaria activada en agosto del año pasado, tras el periodo de confinamiento del 13 de marzo al 18 de junio.

A su juicio, el hecho de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) no autorizase las limitaciones planteadas por Lakua, las cuales sigue considerando "necesarias", así como el levantamiento del estado de alarma y el avance en la vacunación, "puede generar en la ciudadanía la sensación de que la pandemia está ya vencida".

"El fin del estado de alarma y el desconcierto en el ámbito judicial no significan poner fin a las precauciones. El virus sigue presente. Cuando nos confiamos, el virus rebrota y, además, aparece también en forma de nuevas variantes. La mayoría de la población mundial es susceptible de contagiarse", advierte.

Urkullu aboga por no "bajar la guardia", ya que aún falta trecho para poder hablar de "inmunidad de grupo", por lo que anima a que la gente mantenga "las medidas de prevención individuales y colectivas".

Si bien el descenso de la tasa de incidencia acumulada se ha ralentizado, e "incluso revertido", puntualiza Urkullu, también valora que en los próximos días la mitad de la ciudadanía habrá recibido ya una primera dosis de la vacuna en Euskadi.

"Estamos cumpliendo las previsiones y la situación está mejorando. Los datos de ocupación hospitalaria y de camas UCI, y lo que es más importante, de fallecimientos, están experimentando un descenso importante aunque insuficiente todavía", expresa, al tiempo que muestra su preocupación por la incidencia del virus en los "segmentos de edad más jóvenes".

ESPERANZA

Con todo, el lehendakari afirma que el balance de estas últimas semanas es "muy positivo", como lo ha sido en el descenso registrado en otras "oleadas" anteriores que a cada comunidad autónoma han afectado de manera y tiempo diferente.

"He dicho, y mantengo, que tenemos motivos para la esperanza. Los tenemos siempre que no seamos imprudentes en nuestras decisiones o actitudes, sabiendo como sabemos cuáles son los ámbitos de riesgo", expresa en referencia a espacios interiores no suficientemente aireados, al agrupamiento de personas sin mantener las distancias interpersonales o a la relajación del uso de la mascarilla, entre otras cuestiones.

"En resumen, por un lado (la situación de la pandemia) manifiesta mejoría desde hace un mes pero, por otro, hay incertidumbre por el significado y alcance del estancamiento experimentado en la curva epidémica durante los últimos días", reitera.

En este contexto, Urkullu recuerda que este lunes se reúne la comisión científico-técnica del LABI y que durante la tarde lo hará el consejo asesor. Como en todas ocasiones anteriores, detalla, "el reto vuelve a ser la búsqueda del equilibrio entre la protección del bien mayor de la salud y procurar el menor impacto posible a la salud social, económica y emocional de nuestra sociedad".

"Todo ello, en un clima general de mensajes, reivindicaciones, exigencias y demandas de decisiones optimistas que apuntan a la expectativa de una atenuación rápida de las restricciones que favorezcan la movilidad y la interacción propia del periodo estival y vacacional, así como hábitos anteriores a la pandemia", asevera.

En Euskadi, las decisiones se adoptan de acuerdo a las recomendaciones surgidas de los debates en la comisión científico-técnica, señala, y el "criterio estable" que debe aplicarse siempre es el de "convivir con sensaciones y realidad contrapuestas, compaginar una adecuación progresiva y prudente de las restricciones con un compromiso personal y colectivo de cumplimiento de las medidas de prevención".

A su juicio, con el avance de la vacunación y manteniendo actitudes individuales y colectivas responsables, la atenuación de la pandemia es viable, por lo que se muestra convencido de que se saldrá de la actual situación "con el buen hacer del conjunto de la sociedad vasca". "Confío en la sociedad vasca; confío en el 'auzolana' con la responsabilidad y autoexigencia aplicada y comenzando por uno mismo. Bien mayor, bien común... saldremos adelante todos juntos", concluye.