Hace justo un mes, Euskadi contenía a duras penas la transmisión del virus con una incidencia acumulada a catorce días de 201 casos por 100.000 habitantes. 31 días más tarde, la tasa se ha disparado a 450, duplicando de largo la media española. Con un virus sin control, preocupa entre los expertos la evolución del índice reproductivo básico, que es un marcador precoz, y que lleva por encima del nivel psicológico del 1, en concreto 1,16, desde hace varias semanas. De hecho, los epidemiólogos vaticinan que esta cuarta ola puede ser muy distinta a las anteriores porque “puede subir más lentamente, pero también bajar más lentamente”.

La pandemia de covid-19 dejó el miércoles 940 nuevos contagios en Euskadi tras practicarse 10.808 pruebas, lo que arroja una tasa de positividad del 8,7% y sitúa a Donostia, y en menor medida también a toda Bizkaia, al borde de la zona roja de más de 400 casos de incidencia acumulada. En el caso de las capitales, Bilbao, con 500 contagios, sigue cerrada y con horarios restringidos en el interior de la hostelería, mientras que Gasteiz, igualmente clausurada, tiene una incidencia acumulada de 462,3 casos. Donostia con 397,5, está a un paso de la zona roja, aunque hasta el próximo martes no se aplicarían las restricciones. De hecho, en Gipuzkoa, que ya está cerrada perimetralmente, es donde más crece este indicador, que alcanza los 556,5 contagios acumulados. Y Bizkaia se sitúa cerca del cerrojazo total con 382,4 casos.

Todo ello tiene también un triste reflejo en la situación de los hospitales, bajo mucha presión, porque acogen actualmente a 570 pacientes covid, la cifra más alta desde el 16 de febrero. De ellos, 128 están muy graves en UCI.