Lograr la inmunidad de rebaño en verano es el principal objetivo de las campañas de vacunación que se están llevando a cabo en todos los países y que Euskadi ha corrido esta Semana Santa en sprint ya que más de 52.000 personas han sido inoculadas en un tiempo récord de 72 horas. Pero ¿a cuántos vascos habría que vacunar para que pudieran actuar como cortafuegos del virus? Pues a nada más y nada menos que a 1.886.000 de adultos -ya que las vacunas todavía no ha sido aprobadas para los menores de 16 años-. Se trata de una cantidad, a priori, astronómica habida cuenta que en tres meses, Euskadi ha aplicado la pauta completa del antídoto a algo más de 113.000 personas, el 5% de la ciudadanía.

Sin embargo, la velocidad de crucero imprimida esta Semana Santa ha lanzado las campanas al vuelo. Gracias a la última remesa de AstraZeneca, más de 52.000 personas nacidas entre 1956 y 1959 han recibido un SMS y, han sido vacunadas en 72 horas y en medio de varios días de fiesta consecutivos. Ellos serán revacunados en junio. Un número enorme aunque no hay que olvidar que, solo en la franja de edad entre 50 y 65 años, Euskadi acumula prácticamente medio millón de personas, todo un reto de pinchazos para derrotar al virus con rapidez.

El sueño de los epidemiólogos

Y es que la protección contra el coronavirus solo es posible a través de la vacunación. El sueño de los epidemiólogos es que se alcance la inmunidad de grupo en todas las infecciones y que los protegidos puedan impedir que los susceptibles se infecten. Lo corrobora el epidemiólogo Daniel López Acuña. "Para sentirnos realmente seguros tenemos que alcanzar ese 70 u 80% de la población vacunada, a pesar de que hay indicios, por ejemplo en Israel, de que con un 25% de vacunados empiezan a disminuir los contagios. Sin embargo, la verdadera reducción de la dinámica de transmisión no se produce a menos que tengamos una gran cantidad de la población vacunada. Por eso, debemos caminar todo lo rápido que podamos en la inmunización y, al mismo tiempo, mantener las medidas de protección, las medidas sanitarias, y el diagnóstico precoz y el aislamiento de positivos", señala el exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la OMS,

Aquí, en Euskadi, la microbióloga de UPV/EHU y responsable del Comité de Vigilancia covid-19 en este centro, Miren Basaras, recalca igualmente que no habrá una "inmunización real hasta que no haya al menos un 70-80% de la población vacunada tal y como se ve en países como Israel o Reino Unido, donde los casos positivos siguen apareciendo, aunque se disminuye la mortalidad". En declaraciones a RNE, Basaras defendió ayer mismo que las vacunas son "seguras" y, por ello, es necesario vacunarse "si queremos salir de este pozo".

Proteger a ese umbral de población permitiría relajar algunas de las restricciones y reactivar algunos de los sectores económicos que llevan más tiempo paralizados a raíz de la crisis sanitaria. No obstante, el objetivo ha estado varias veces en entredicho debido a los retrasos en el suministro por parte de las farmacéuticas y a los desafíos logísticos que supone una campaña de vacunación tan masiva.

Pero la ministra de Sanidad, Carolina Darias, defendió ayer lunes que el objetivo de tener al 70% de la ciudadanía vacunada a lo largo del verano "está al alcance de la mano" gracias al aumento en el envío de dosis. Por ejemplo solo de la vacuna de Janssen podrían llegar a partir del 15 de abril unas 300.000, unas 1,3 millones en mayo y unas 3,9 millones en junio. Y este antídoto solo precisa un pinchazo. "Es decir, que en un trimestre solo con Janssen serían vacunados cinco millones y medio de personas", destacó. Porque este mes se dará un paso de gigante y se multiplicará por tres la llegada de vacunas. También Bruselas es optimista y cree que para el 14 de julio se alcanzará la soñada inmunidad de rebaño en el continente.

"posible si hay vacunas"

La consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui, no descarta la posibilidad de alcanzar esa cifra mágica en verano. "Si para junio tenemos vacunas suficientes para inmunizar al 70% de la población de Euskadi, tendremos al 70% inmunizado, pero todo depende de la disponibilidad de las vacunas", reiteró la pasada semana en el Parlamento Vasco.

Jonan Fernández, coordinador del Comité Técnico del LABI, subraya la dificultad de establecer fechas para saber cuándo habrá un porcentaje lo suficiente alto de gente vacunada. "Resulta arriesgado establecer fechas porque no está en nuestras manos contar con la disponibilidad de vacunas. Si nosotros supiéramos que vamos a tener un millón de vacunas en los próximos tres meses, pues podría dar una fecha con seguridad, pero vemos que se producen muchos vaivenes en el envío. Vamos a pensar que con el verano estaremos en mejor situación", aseguró.

Se muestra también esperanzado José Antonio López Guerrero, divulgador y profesor de Microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid. "Japón se ha tirado dos meses haciendo ensayos de vacunación porque su idea es vacunar a cien millones de personas en tres meses. Nosotros ya llevamos algún terreno ganado y además tenemos la mitad de población que Japón. Así que, en principio, con los medios adecuados y con los suministros de vacunas regularizados, ya que cada vez se está deshaciendo más el cuello de botella, yo creo que podemos ser optimistas", sostiene.

Proteger a los de alto riesgo

Una de las ideas que impulsan las prisas por vacunar es que el antídoto dobla la curva de contagios y puede tumbar la pandemia. Si la población de riesgo está protegida, lo razonable es pensar que la siguiente ola será más benigna ya que habrá menos saturación hospitalaria, menos muertes, y menos necesidad de medidas radicales. Es, por ello que se ha empezado por el colectivo de mayor edad que solo en Euskadi supera las 180.000 personas.

"Más que la inmunidad de rebaño, el objetivo debe ser vacunar y proteger a las personas de alto riesgo", precisa la viróloga Margarita del Val. Para esta científica, dado que "es probable que las vacunas no eviten la transmisión del SARS CoV-2, el horizonte no debiera ser el de lograr la inmunidad del rebaño, sino el de salvaguardar a la población de mayor riesgo". Coincide en ese reto, Daniel López Acuña. "Nuestra meta prioritaria deben ser los mayores de 80 años porque protegerles a ellos disminuye el riesgo de hospitalización y fallecimiento".

Las vacunas no arrojan certezas absolutas. Por el momento no se sabe con exactitud cuánto dura la inmunidad natural y la inducida por vacunas. Y esto resulta muy importante ya que la vacunación podría ser parecida a la de gripe, con refuerzos cada cierto tiempo.

Número de personas por edades

"Las vacunas son seguras y vacunarse es imprescindible para salir de este pozo"

Comité Vigilancia Covid-19 en la UPV

"No habrá una inmunidad real hasta que esté vacunada el 70 o el 80% de la población"

"Japón piensa vacunar a cien millones en tres meses, y aquí llevamos mucho terreno ganado"

"Con medios y el suministro de vacunas regularizado podemos ser optimistas"

Divulgador y profesor de Microbiología