La Comunidad Autónoma Vasca (CAV) cerró 2020 con el segundo menor número de ejecuciones hipotecarias -el embargo de una propiedad para su venta tras el impago de un crédito- sobre viviendas del conjunto del Estado, con 102, veinte más que las contabilizadas en 2019, un aumento del 25,93%, solo por detrás de Nafarroa, donde se ejecutaron 61. De ese total, 68 fueron a personas y las cuatro restantes a personas jurídicas, según datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Frente a los datos registrados en Euskadi, en el otro extremo, destacan en el conjunto del Estado las cifras contabilizadas en Comunitat Valenciana, con 4.643 ejecuciones sobre viviendas el año pasado; Andalucía, con 3.538, y Catalunya, con 3.492.

En cuanto al cuarto trimestre de 2020, en la CAV se llevaron a cabo entre octubre y diciembre cuarenta ejecuciones hipotecarias sobre viviendas, también, en este caso, la segunda menor cifra del conjunto del Estado, solo por detrás de la Comunidad Foral de Nafarroa, donde se registraron 18 ejecuciones sobre viviendas.

Ambos datos contrastan con las 1.391 ejecuciones realizadas en la Comunitat Valenciana, las 1.194 de Andalucía y las cerca del millar de Cataluña, que registró 981.

El dato registrado en el cuarto trimestre en la CAV en cuanto a ejecuciones hipotecarias de viviendas en fincas urbanas implica una variación de un 122,22% respecto al mes anterior y una tasa interanual superior del 73,91% respecto al mismo periodo de 2019.

7.367 en el Estado

A nivel estatal, las ejecuciones hipotecarias crecieron un 37,4% en 2020 tras cinco años de descensos, la mayor subida desde que comenzó la serie, en 2014, según los datos del INE, que revelan que el año pasado se produjeron 7.367 ejecuciones hipotecarias sobre vivienda habitual, la cifra más elevada desde 2017.

Del total de ejecuciones hipotecarias, 9.407 fueron viviendas de personas físicas y de ellas, 7.367 fueron viviendas habituales en propiedad -un 37,4% más que en 2019-, en tanto que 2.040 no eran residencia habitual de los propietarios, un 0,9% más.

Según explica el INE, la especial situación vivida en 2020 por la crisis sanitaria del covid-19 provocó que la evolución del número de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas en los registros sobre viviendas fuera distinta en distintos periodos del año pasado.

Durante los meses que duró el estado de alarma para la gestión de la situación de la crisis sanitaria, la atención al público en los Registros de la Propiedad se realizó solo mediante correo electrónico o por teléfono, con lo que las inscripciones bajaron, sobre todo en el segundo trimestre, con un descenso del 64,3%.

Con la desescalada y la llegada de la nueva normalidad se produjo una progresiva recuperación del número de certificaciones por ejecuciones hipotecarias, con lo que, en el tercer trimestre, la cifra aumentó en un 56,3% con respecto al segundo.

El INE destaca que un 21,5% de las ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre viviendas en 2020 correspondió a hipotecas constituidas en 2007, en plena burbuja inmobiliaria; un 13,3%, a hipotecas de 2006, y un 13,2%, a las de 2008.

416 menos que en 2019

3.723 divorcios en la CAV en 2020

Descenso del 14,1%. Las demandas de disolución matrimonial registraron en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) un retroceso en 2020, año de la pandemia, ya que se situaron en 3.723 frente a las 4.339 de 2019, lo que supone un descenso del 14,1%. El Consejo General del Poder Judicial informó de la evolución de las separaciones y divorcios el año pasado, cuando también en el conjunto de España se dio una caída interanual del 13,3% en este tipo de demandas, un descenso mucho más acusado que en años anteriores ya que en 2019 la bajada se cifró en el 1,9%. La CAV es una de las comunidades donde menos parejas se rompen: 16,8 por cada 10.000 habitantes.