Uno de los efectos más conocidos del coronavirus es la pérdida del olfato y del gusto. ¿Por qué sucede esto?

- Hay muchos virus respiratorios que afectan al olfato, este no es el primero y, por lo tanto, no es nuevo. El virus de la gripe, que es el influenza, afecta al olfato, el rinovirus que es el del catarro común, también. Pero este tiene más predilección y es porque afecta a la estructura de alrededor del bulbo olfatorio, que es una estructura neuronal que tenemos en la parte alta de la nariz y que está compuesta por neuronas y por células estructurales. El virus Sars-Cov afecta a esas células que están entre las neuronas. Tiene mucha predilección, tanto que el porcentaje de pacientes que tienen pérdida del olfato total o parcial llegan hasta el 85% en los estudios que hemos participado.

¿Es algo que les ha sorprendido?

- Nosotros hacia marzo o abril empezamos ya a ver esta sintomatología. Al principio, los síntomas de alarma del covid eran tos seca, dolor de garganta y fiebre, y nosotros empezamos a ver que había muchos pacientes que perdían el olfato. Desde nuestro propio servicio promovimos un estudio internacional multicéntrico de varios hospitales en el que a los pacientes que estaban ingresados por covid les hacíamos un test de olfato. Fuimos viendo que el porcentaje de pacientes era altísimo, más alto que en otros virus respiratorios. Tanto que ahora se considera uno de los síntomas más prevalentes y los pacientes que son sospechosos de tener la enfermedad son aquellos que presentan anosmia, además de tos seca, fiebre, etcétera. Se ha considerado un síntoma muy prevalente cuando en los primeros meses no era así. Incluso los datos que nos llegaban de China tampoco lo reflejaban en absoluto. Fue en Europa cuando nos dimos cuenta de esto.

¿Qué ocurre cuando estos síntomas perduran en el tiempo?

- Gracias a Dios, tres cuartas partes recuperan el olfato en tres semanas y eso es porque al no afectar a las neuronas sino a las células que están entre ellas, las neuronas siguen funcionando bien y, por lo tanto, cuando el virus se va esas neuronas vuelven a recuperar su capacidad de oler. Eso es lo más importante, saber que la mayoría de ellas se van a recuperar. Hay un pequeño porcentaje que dura más tiempo. A los seis meses el 95% de los pacientes recupera el olfato, pero hay casos irreversibles. Pero hasta los seis meses puede durar la anosmia, que es la pérdida total del olfato, o la hiposmia, que es la pérdida parcial.

¿Qué repercusión tiene sufrir este efecto durante tanto tiempo?

- Primero, que afecta también al gusto, y por lo tanto no pueden disfrutar de igual manera al comer o al beber algo, y eso nos afecta. Pero también implicaciones más serias como no poder oler un escape de gas, o su propio olor corporal, no poder oler un alimento que esté en mal estado como un yogur o una carne. Y eso, aunque inicialmente puede ser anecdótico, puede tener sus repercusiones. Y algo que advertimos a personas con riesgo cardiovascular es que para poder saborear más las comidas corren el riesgo de echar más sal y sabemos que para la hipertensión un hecho fundamental es comer comidas con menos sal. Son cosas que es importante advertir.

¿Cómo se trabaja esa recuperación de un sentido como el olfato?

- Lo único que ha demostrado ser eficaz y es variable dependiendo del daño que se haya hecho al sistema olfatorio es la rehabilitación con estimulación. Lo que pasa es que tiene que ser una estimulación controlada, no vale con estar todo el rato oliendo un perfume para ver si con eso recupero. Hay unos tiempos dependiendo de cada paciente que debe dedicar al día con unos aromas diferentes. Esto está bastante estandarizado y depende del resultado previo que hacemos del test del olfato.

¿En qué consiste ese test del olfato?

- En tener diversos olfatos que están en un test médico y según los resultados que dé en esa escala, necesitaremos una rehabilitación u otra. Pero la rehabilitación es la estimulación olfativa con unos aromas que están ya estandarizados en medicina. Es una recuperación que se hace en casa, después de unas pautas que se dan en consulta.

¿Cuánto dura esta rehabilitación?

- Es muy variable. A los seis meses decimos que la mayor parte ya lo ha recuperado y en esos casos que tienen un pronóstico peor se sigue la rehabilitación hasta el año.

¿Se conocen situaciones irreversibles?

- Aunque es pronto, porque con la enfermedad llevamos algo menos de un año, sí que conocemos por otras infecciones víricas de la mucosa respiratoria casos completamente irreversibles o casos que han quedado con una alteración de la función olfatoria, aunque no sea total, sí irreversible. Y con el covid los habrá también. Es duro, porque es un sentido al que no se le da tanta importancia como la que tiene y es muy importante hacer hincapié en eso, en que tienen que tener cuidado con los alimentos, con los escapes de gas... Es más una educación la que hay que darles más que una rehabilitación.

¿Se puede dar la circunstancia de que, tras ese periodo, las cosas no nos huelan igual?

- Sí. Como en todos los casos en los que ha habido una pérdida de un sentido, la recuperación puede ser total, que es lo que buscamos, o puede ser parcial, es decir, que huela pero lo haga menos, que necesite intensidades mayores para poder oler. Y puede ser que tengan una recuperación alterada, que unos olores le huelan a una cosa que no es. Puede haber recuperaciones deficientes en intensidad y en calidad.

¿Pasa factura psicológica esta situación?

- Estando en una zona como estamos de tanto nivel culinario, a cocineros y somelier de restaurantes importantes les ha afectado mucho a nivel psicológico pensar que no puedan recuperar. Gracias a Dios estos casos que conocemos los han recuperado, pero hay que tener en cuenta que dependiendo del trabajo que tengas, esta afectación, aunque sea temporal, puede tener una repercusión mayor o menor y hemos visto gente muy apurada, han estado muy estresados.

¿Existe un perfil de paciente al que esta situación le afecte más?

- Aunque todavía no podemos explicar muy bien por qué, los pacientes que tienen una enfermedad más leve tienen mayor afectación del olfato y entonces lo hemos visto más en jóvenes. Pero no podemos decir si tiene una explicación fisiopatológica o quizás el sesgo sea que a los pacientes que están más graves no les hemos hecho el test del olfato.

¿Qué ocurre con los pacientes que han sufrido una traqueotomía?

- Los pacientes que han necesitado una traqueotomía es porque han tenido una estancia en la UCI muy prolongada y por lo tanto necesitan un abordaje de la vía respiratoria más directa y para eso se hace una traqueotomía. Son pacientes de intubación prolongada. Los pacientes que salen de la UCI van a la planta de reanimación poscrítica con su cánula de traqueotomía. Esta es temporal, se pone para que el acceso a la vía respiratoria sea más directa y sea más fácil ventilar. Lo que buscamos en esas plantas de recuperación es un buen manejo de la cánula, enseñarles a los familiares y los pacientes a hacer un cambio de esa cánula, que es un cuidado que tienen que hacer ellos. Y luego buscamos el momento ideal para poder quitar esa cánula de traqueotomía y que puedan volver a respirar con normalidad por las vías respiratorias.

¿Requieren de algún tipo de rehabilitación más?

- Las traqueotomías se hacen por debajo de las cuerdas vocales y por lo tanto no afecta a ellas. Un paciente con traqueotomía no puede hablar si no se la tapa porque el aire se escapa. Cuando quitamos la cánula de forma permanente y la vía respiratoria en el cuello se cierra, es decir, la comunicación entre la traquea y el cuello se cierra, pueden volver a hablar con total normalidad, sin ningún tipo de secuela. El servicio que damos en estos casos es el cuidado de la cánula a familiares y enfermos, que sepan cómo hacer el manejo de esa traqueotomía, y en el periodo del cierre tenemos que estar pendientes de que todo vaya en orden y de que la piel y la tráquea se cierren bien porque a veces tenemos que cerrar quirúrgicamente y una vez se cierra no necesita más rehabilitación.

¿Cuánto tiempo requieren hasta que se les quita la cánula de forma permanente?

- Es variable, no depende tanto de la traqueotomía sino de la evolución del paciente a nivel respiratorio y general. Normalmente, si el estado general es bueno, las cánulas las intentamos quitar lo antes posible. Somos muy precoces en eso. La edad es muy importante, porque la fuerza que tienes que hacer para respirar cuando tienes una traqueotomía es mucho menor y la capacidad de eliminación de flemas, de expectorar y de toser es más fácil que por la boca. Hay que ver los pros y los contras. Si vemos que aporta en respiración y expectoración, la mantenemos. Si el paciente responde bien con la cánula tapada, en 48 horas la retiramos.

¿Trabajan otras complicaciones graves derivadas del covid-19?

- Hay enfermedades víricas respiratorias que pueden generar la sordera súbita, que es una pérdida de audición total y súbita, unilateral generalmente, excepcionalmente bilateral, y con el covid también se ha visto. Esto se da por la afectación del oído interno y el nervio auditivo. Con el covid no lo estamos viendo más que con otros virus, pero sí se ha visto. La recuperación es variable: en un porcentaje alto de casos, si el tratamiento es precoz y la recuperación del virus es precoz. En otros casos es permanente.

¿Han aumentado las consultas otorrinolaringológicas debido a la utilización permanente de mascarillas?

- No hemos visto más patología de la habitual, aunque sí que algunos pacientes pueden tener algo más de irritación en la entrada de la nariz. Lo que más vemos es lo que sufren los pacientes con pérdida auditiva por el uso generalizado de mascarillas, porque se están aislando y lo están pasando mal. Y es verdad que todos tenemos que hablar más alto para que nos oigan mejor. Entonces, los pacientes que ya tenían problemas de voz, sobre todo profesionales como locutores de radio, periodistas o profesores, están teniendo más problemas de voz porque tienen que forzar más.

¿El mal uso de las mascarillas puede provocar molestias?

- No hemos visto. Quizás los dermatólogos sí, pero no nos ha llamado la atención.

¿Se han sentido muy expuestos durante estos meses?

- Las exploraciones otorrinolaringológicas generan una gran cantidad de aerosoles. Es una especialidad en la que tenemos que tener muchísimo cuidado. Estamos muy sensibilizados en protegernos para poder hacer bien la exploración de los pacientes. Vemos muchos pacientes, exploramos muchas cavidades orales y nasales y estamos muy expuestos.