Conocer el martes que 17 usuarios de una residencia de Erro (Nafarroa) y trece en un centro de Bilbao se han contagiado de covid-19 cuando habían recibido previamente la primera dosis de la vacuna ha causado revuelo en las últimas horas. Sin embargo, los expertos ponen en contexto esta situación, recuerdan que las vacunas necesitan un mínimo de 15 días para poder comenzar a generar una respuesta inmune y lanzan un mensaje de tranquilidad: aquellas personas vacunadas que desarrollan la enfermedad están "más protegidos" que otras personas que no hayan sido vacunadas puesto que "su sistema inmune ya ha empezado a desarrollar anticuerpos".

A este respecto, el profesor de Microbiología de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) Joseba Bikandi señaló el miércoles a este periódico que aquellas personas que aun habiendo sido vacunadas enferman en los primeros días tras la administración de la inyección, "han recibido dos estímulos, porque además de tener una respuesta frente a la infección, se les ha metido un antígeno, con lo cual presentan una respuesta más fuerte".

Bikandi explicó que para que la vacuna empiece a producir "cierto nivel de protección" es necesario que pasen en torno a 14 o 15 días, aunque "depende del paciente": "Hasta entonces básicamente no tienes defensas y por lo tanto si te llega el virus te puedes infectar, como otra persona cualquiera". Además, durante estas dos primeras semanas, los vacunados pueden desarrollar la enfermedad "como otra persona cualquiera", con cuadros más o menos graves.

Así se ha descubierto en los experimentos realizados por las farmacéuticas Moderna y Pfizer-Biontech, cuyas vacunas se están utilizando ahora en Euskadi, que probaron la vacuna en miles de personas al tiempo que aplicaban un placebo -sustancia que carece de acción curativa- al mismo número de población. "Lo que han observado es que más o menos hasta el día 14-15 si les llegaba el virus se infectaban, da lo mismo que tengas la vacuna dada o el placebo. A partir de esos tiempos, seguían infectándose los del placebo pero no los que habían recibido la vacuna, por lo tanto habían generado algún tipo de respuesta que les protegía frente a la enfermedad", indicó.

Sin embargo, estas vacunas requieren de una segunda dosis para garantizar su efectividad: "La segunda dosis lo que hace básicamente es que la respuesta sea más fuerte y más duradera en el tiempo. Eso es lo que se espera, porque realmente lo de la duración en el tiempo esta vacuna se está aplicando a la gente de forma masiva sin haber hecho ese estudio a largo plazo. Lo que sabemos es que a los 15 días la primera dosis va a dar una respuesta, y que tras la segunda tenemos una protección científicamente demostrada de más del 90%", expone.

Sin embargo, Bikandi lanza una advertencia y aclara que la vacunación no traerá consigo una relajación de las medidas de seguridad individual. "Hay que diferenciar entre la enfermedad y la infección, porque la infección puede ser asintomática. Por ahora, lo que sabemos es que esta vacuna protege contra la enfermedad, pero no contra la infección, es decir, una persona vacunada podría seguir infectando a otras personas, por lo que en los primeros 15 días tras vacunarse hay que tener cuidado y luego también. Por ahora y hasta que se conozca más el hecho de estar vacunado no implica que te puedas quitar la mascarilla", avisa.

Ritmo de vacunación

Por otro lado, en torno a la polémica sobre el ritmo de vacunación de Euskadi, el Gobierno Vasco defiende que "las previsiones establecidas por Osakidetza para el mes de enero se van a cumplir". "Osakidetza tiene experiencia suficiente y contrastada para que el proceso de vacunación se vaya asemejando cada vez más a la gripe que se lleva a cabo cada año, con un flujo de vacunación en este caso más elevado y constante. Pero evidentemente, primero hay que superar la prueba de la excepcionalidad que está suponiendo está pandemia y un proceso de vacunación sin precedentes, activado en un tiempo récord, con vacunas absolutamente innovadoras y una logística compleja de distribución y conservación", apuntan fuentes del Ejecutivo de Urkullu.

En este sentido, para el Ejecutivo vasco lo primordial es "poder suministrar la segunda dosis en plazo, a los 21 días", "De momento solo contamos con un único suministrador para muchos millones de personas en Europa y en otros muchos países del mundo. Está a punto de entrar en juego una segunda vacuna. En la medida en que la distribución y la aplicación de vacunas supere este inevitable estrés inicial, estamos convencidos de que se alcanzará una velocidad de crucero".

"Se ha observado que hasta el día 14 a los vacunados si les llegaba el virus se infectaban"

Profesor de Microbiologia de la UPV