Cientos de profesionales de hostelería y otro medio centenar de organizaciones de ocio y restauración se concentraron ayer en Madrid en un acto de protesta para pedir medidas de ayuda al sector ante la crisis causada por la pandemia y las restricciones impuestas para prevenir contagios. Una delegación enviada desde Euskadi representó a los hosteleros vascos que mayoritariamente bajaron sus persianas entre las 11.00 y las 11.15 horas de ayer en forma de protesta.

La crisis sanitaria ha repercutido duramente en los hosteleros y de manera catastrófica en los del ocio nocturno. La concentración fue un grito de auxilio a las instituciones con la confianza de que levanten algunas de las restricciones que les están impidiendo remontar la pandemia.

Bajo el lema #salvemoslahostelería, pidieron en la Plaza de Cibeles de Madrid la flexibilización de los Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (ERTE) y de los créditos ICO, la reducción del IVA en hostelería, promociones al consumo y menos reducciones de aforo en los establecimientos a través de una colaboración conjunta entre el sector y las administraciones.

En este sentido, Héctor Sánchez, gerente de los hosteleros de Bizkaia, pidió que "no se culpabilice al sector y se cuente con nosotros a la hora de adoptar medidas que nos influyen directamente". El sector de la hostelería quiere que se elabore un plan de rescate para que no sea un salto al vacío.

"No se puede decir a una empresa que cierre, limitarle su trabajo y no tener medidas de acompañamiento directo como en muchísimos países de Europa", añadió el presidente de Hostelería del Estado, José Luis Yzuel. El presidente aseguró que en el sector hay un "cabreo generalizado" y están "muy preocupados" ante la situación "dramática" que viven, en la que "más de 40.000 empresas han echado la persiana definitivamente".

Una representación de Euskadi secundó la protesta en Madrid. Foto: DEIA

Mientras en Madrid la amplia representación de hosteleros ponía la foto de protesta a una situación que no prevé una pronta recuperación, en Bilbao los bares contaron con el apoyo de los clientes para escenificar su situación. Así, a las 11.00 los bares bajaron la persiana ante la comprensión de sus clientes. Nerea, del Bar Globo en la calle Diputación, agradeció la comprensión de la gente. "Reconocen que mucha culpa es de ellos mismos por no respetar las normas y que, al final, quien lo paga somos los hosteleros". "Los clientes preguntaban y lo entendían perfectamente nuestra protesta", señaló.

Iker, del Zurekin, confirmaba la misma situación en su local. "La gente que quería entrar ha esperado a que pasaran los diez minutos". Para Iker, "la afectación es muy importante. Con tanta restricción la gente ya se quita hasta de tomar un café. La última copa a las doce, desalojo a la una... la gente al final prácticamente no viene".

Y es que la situación es mucho más acuciante en las grandes ciudades. "Al no haber habido las fiestas de Bilbao, que es como una inyección de capital, ahora lo estamos sufriendo mucho". Por eso, cree que la manera de ayudarles es "que quiten las restricciones de nocturnidad y que nos dejen trabajar con nuestras medidas de seguridad".

En el bar Santa Rosalía no se habían enterado de que había un llamamiento a parar pero si no lo hubieran secundado. "Nos vemos muy perjudicados por la situación". Una medida de apoyo, según Juanjo, "sería rebajar los impuestos y que nos ayude a mitigar los ingresos que no tenemos. Estamos a un 25 por ciento de lo que tendríamos que trabajar".

"Pedimos que se tenga en cuenta a los hosteleros cuando se toman medidas"

Gerente de los Hosteleros de Bizkaia

"La gente es muy comprensiva porque sabe que no es culpa nuestra lo que pasa"

Bar el Globo