El ocio nocturno se encuentra en el punto de mira de la alerta sanitaria por coronavirus en estos momentos. Los datos de nuevos contagios por covid-19 y su rango de edad aconsejan a las autoridades restringir las medidas en algunos sectores considerados más proclives al contagio. Los hosteleros de ocio nocturno, los últimos en abrir sus establecimientos en esta nueva normalidad, esperan ahora con desánimo y preocupación las medidas que la consejera de Salud, Nekane Murga, anunciará probablemente hoy tras la reunión del comité de seguimiento del covid-19 presidida por el lehendakari y que limitará el horario de los locales de este sector ante la amenaza de una segunda ola del virus.

DEIA habló con los responsables de dos conocidos locales de moda de la noche bilbaina: el Bowie y La Patente. “Nos preocupa que se esté hablando de ocio nocturno y locales de hostelería cuando los lugares donde no se respetan las medidas de seguridad son aquellos sitios al aire libre donde se hace botellón, barbacoas...”. Patxi Rementería, del conocido Bowie, y Oscar Sanz, de La Patente, coinciden en que “no hay motivos para que el ocio nocturno esté en el punto de mira”. Por su parte, el presidente de la Asociación de Hosteleros de Bizkaia, Héctor Sánchez, señala que “cualquier medida que haya que tomar la acataremos, pero siempre hemos dicho que el ocio nocturno no es el malo de la película”.

Si la noche en Bilbao ya languidecía, el coronavirus va a terminar por dinamitar el sector. Los locales de ocio nocturno no superan los 150 en la capital y tras el confinamiento la mayoría han optado por no subir la persiana y acogerse a las ayudas que les amainen esta situación. Por eso, también les sorprende que ahora Salud ponga de nuevo el foco en este sector. “No hay hostelería nocturna en estos momentos, me refiero a los locales en los que el 80% de la facturación se cuenta entre las doce de la noche y las seis de la mañana. Prácticamente todos los pubs y discotecas hemos optado por no abrir”. Lo corrobora Oscar Sanz, dueño de La Patente. “Yo tengo dos locales y preveía que podía pasar esto, así que me alegro de no haber abierto”. Pero esto no impide que se sientan sorprendidos por la alarma que se ha suscitado en torno al sector. “¿Cuál es la incidencia de rebrotes en el ocio nocturno?”, se pregunta Oscar Sanz y añade: “Hay cosas peores como lo que ha pasado en el fútbol o el caso del botellón”. Tampoco entiende muy bien lo de la restricción de horarios si se adoptara esta decisión. “¿Qué pasa ? ¿Que el virus tiene horas?”, insiste con ironía. Y, en la misma línea, Patxi Rementeria lamenta que “esto es la estocada final para un sector que ya estaba de capa caída”. A título personal cree que “se están exagerando los datos”, pero tiene claro que no quiere abrir si “voy a estar más preocupado de la policía y la gente que de trabajar”.

El presidente de los hosteleros, Héctor Sánchez, reconoce que “siempre hemos dicho que el ocio nocturno no es el malo de la película”. No cuestiona que “se adopten aquellas medidas” que vaya a dictar la consejera de Salud probablemente hoy, pero cree que “es difícil digerir cuando no se cumple la norma en el resto de cosas”. Le preocupa el sector porque es consciente de que “con las circunstancias que ya había es muy difícil rentabilizar la apertura de estos negocios y con nuevas restricciones todo se complica”.

Alerta en locales

La alarma saltó la pasada semana después de que Bilbao, Córdoba, Madrid, Barcelona o Gandía notificaran casos de contagios por coronavirus en locales de ocio nocturno lo que ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias. Desde el sector niegan que cerrar los locales temporalmente sea la solución para evitar los rebrotes de coronavirus.

En Castilla-La Mancha se ha optado por solicitar el DNI y el teléfono de quienes estén en un local de ocio nocturno. El objetivo es que sea fácil el rastreo de los posibles contagios de covid. En Madrid son partidarios de crear un registro sanitario de los locales nocturnos. En la CAV, los alcaldes de las tres capitales pidieron que haya una restricción en los horarios, mientras que los hosteleros no comparten esta medida, y sí en cambio el registro de los DNI de cara a un rastreo si se produjera un caso positivo.

En Euskadi, varias localidades, entre ellas municipios importantes como Eibar o Ermua, cuentan con restricciones que pueden ser referente para las decisiones que adopte el Ejecutivo. En lo referente a la hostelería se restringe el aforo al 50% y anula la posibilidad de consumir en la barra. Además, todos los locales, incluidos txokos, deben cerrar a las 23.30 horas. Las discotecas solo se permite su uso en el exterior al 50%.