Aunque no es oficial, todo apunta a que esta misma semana, Euskadi endurecerá la normativa anticovidy se verá forzada a decretar el uso obligatorio de la mascarilla en las calles, incluso cuando se pueda mantener la distancia de seguridad interpersonal de dos metros. Al igual que las regiones limítrofes y, al menos una decena de comunidades autónomas, dará un paso más para frenar la expansión del virus tras encadenar varias jornadas con un repunte de casos. Y es que la exigencia de la mascarilla en todos los espacios públicos llega en un momento en que los nuevos positivos crecen de forma notable y los brotes se reproducen.

Nekane Murga, consejera de Salud en funciones, informó ayer de que su Departamento evalúa la evolución de los casos de los últimos meses para la adopción de posibles medidas, entre las que se encuentra el uso obligatorio de la mascarilla. Murga afirmó que la obligatoriedad de estas protecciones es una de las posibilidades que estudia Salud contra la expansión del covid-19, aunque es algo que van a valorar "minuciosamente, dado que queremos instaurar medidas justificadas por la situación epidemiológica, pero también preventivas y que eviten poder llegar a una situación peor".

Aunque hasta principios de junio, la propia Organización Mundial de la Salud no recomendaba el uso generalizado de las mascarillas, la vasca sería la undécima comunidad autónoma en adoptar esta medida. Y eso que la mascarilla es obligatoria desde el pasado día 8 en todos los espacios públicos de Ordizia, incluidas las calles y zonas exteriores, ante el foco de coronavirus detectado en esta localidad y que registra hasta la fecha 75 infectados. Porque el mensaje de estos protectores parece que no acababa de calar entre la población, ya que el País Vasco es la comunidad donde menos se usan, según una encuesta del Ministerio de Sanidad que acompaña al estudio de seroprevalencia.

Pero Euskadi no quiere dar pasos en falso. Por ello Murga detalló ayer que "está realizando un exhaustivo análisis desde el fin del estado de alarma y la entrada en la nueva normalidad". En ese sentido, informó de que el pasado lunes se produjo una reunión en Lehendakaritza para hacer el seguimiento y están estudiando "cuáles son los datos y cuál ha sido la evolución del covid en Euskadi desde que se eliminaron las principales restricciones". Murga avanzó que esta misma semana el Departamento de Salud dará cuenta de las principales conclusiones del análisis, así como de las medidas que pudieran adoptar a la luz de dicho informe.

La consejera insistió en que, junto a la acción institucional, "sigue siendo imprescindible el compromiso de todos y cada uno de nosotros", y, por eso, reclamó "no bajar la guardia, y allá donde vayamos usemos la mascarilla, guardemos las distancias de seguridad y extrememos la higiene de manos".

Cuestionada sobre si también se plantean la limitación del aforo a locales hosteleros como sucede en Aragón, Murga destacó de que la situación epidemiológica de esa comunidad es "diferente" a la del País Vasco, pero señaló que esta posibilidad es algo que pretenden también analizar de forma pormenorizada.

Sobre el borrador que ha trasladado el Ministerio de Sanidad a las comunidades autónomas para controlar los posibles brotes, la titular de Salud subrayó que recibieron el pasado lunes el texto y se encuentran analizando las acciones que se plantean para frenar la pandemia. "Está previsto que lo debatamos mañana en una interterritorial que se va a convocar expresamente para ello", aseveró. Murga hizo hincapié en el "espíritu de colaboración" que han mantenido en los últimos meses y reiteró que "la pandemia conseguiremos pararla entre todos".

Porque el debate no solo se ha instalado en la calle, sino también en el seno de las administraciones. A juicio de distintos responsables públicos, obligar al uso de estos protectores faciales resulta, cada vez más, un requisito sine qua non. El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, realizó ayer un llamamiento a los ciudadanos para que hagan uso de la mascarilla como forma de "protección individual" y aseguró que cumplir con esta medida "ayudará a salir de la pandemia". De esta forma, el regidor bilbaino atiende también la recomendación de Eudel, que pide a los municipios vascos que promuevan y recuerden el uso de la mascarilla en sus comunicados y declaraciones públicas.

Asimismo el alcalde de Donostia, Eneko Goia, consideró que, "si el uso obligatorio de mascarilla en todos los espacios públicos resulta ser la única manera de garantizar que los ciudadanos cumplen efectivamente las medidas preventivas frente al covid-19, no estará de más que se imponga". De hecho, se mostró convencido de que esa obligatoriedad "va a venir" y, a pesar de que él "siempre prefiere apelar más a la responsabilidad que amenazar con sanciones", reconoció que "a veces no hay mas remedio que hacer alguna otra llamada más coercitiva".

Eludió pronunciarse expresamente sobre si es o no partidario de dicha obligatoriedad, porque es algo que compete a las autoridades sanitarias, pero precisó que, "si es práctico y puede servir para que todos hagamos lo que efectivamente tenemos que hacer, bienvenido sea".

Goia matizó que, dado que ahora la mascarilla es solo obligatoria en los casos en que no pueda mantenerse una distancia de al menos 1,5 metros, esta disposición "es difícil de controlar porque los agentes de la Policía Municipal no van con un metro por la calle". Sería más "sencillo hacer cumplir una disposición que no generara dudas o cuya aplicación no fuera difícil de interpretar", acabó.