Bufo es un género de anfibios anuros de la familia Bufonidae que incluye, entre otros, al sapo europeo común. Se distribuye por las regiones templadas de Eurasia, norte de África, Oriente Medio, Japón y la zona norte del sudeste asiático. Estos sapos tienen como unas verrugas detrás de los ojos que segregan un veneno, que contiene bufotoxina, como elemento disuasorio para sus predadores.

El departamento de Farmacología, Toxicología, y Medicina legal y Forense. Facultad de Veterinaria. Universidad de Córdoba describe así la intoxicación de un perro por esta toxina: "Los signos de una intoxicación comenzaron a los 15 minutos de entrar en contacto con el sapo muriendo a las 3 horas sin responder al tratamiento suministrado (corticoides, atropina, fluidoterapia y acepromazina). Aunque el diagnóstico fue precoz, a pesar del tratamiento se produjo la muerte en 3 horas". Lo que ilustra la peligroidad de esta sustancia.

El rito del 'sapo bufo' se realiza con la variedad Alvarius, originario del desierto de Sonora. Publicaciones esotéricas hablan del consumo de esta sustancia como "una experiencia de sanación terapéutica-espiritual de gran pureza, que nos hace recobrar la memoria de lo que somos" con el objetivo de alcanzar "una liberación masiva del estrés acumulado y las emociones reprimidas".

"El climax de la experiencia llega a los 3 minutos de haberla tomado, después se produce un estado de inmensa paz y serenidad hasta que de manera gradual regresa la conexión con el ego recuperando la sensación habitual", señalan publicaciones esotéricas, que prolongan sus efectos en unos 15 minutos.

La definen como una experiencia mística en la que se entra en la percepción de ser con el todo: "ERES la divinidad, ERES todo..", de ahí el sobrenombre de ´molécula de dios'. Pero en realidad, ¿a qué se están refiriendo?.

Al sapo bufo alvarius del desierto de Sonora, entre California, Arizona y Nuevo México, cuya toxina se puede comprar a traficantes por Internet. Posee uno de los venenos más potentes del mundo y el rito consiste en fumarlo cristalizado o inhalarlo. Los efectos alucinógenos duran entre 15 y 20 minutos y tienen una fuerte intensidad. Las alucinaciones pueden volver con el sueño durante días. En el organismo produce taquicardia, desmayos y muerte.

En México algunos chamanes le otorgan propiedades curativas, mentales y físicas, para personas deshauciadas por la medicina. Incluso aseguran que puede curar la adicción a las drogas.