La Inspección de Trabajo de Araba ha requerido a Osakidetza a que haga, de forma inmediata, la evaluación de riesgos específicos del COVID-19 de todo el personal en las áreas de pacientes críticos y les facilite todos los EPIs necesarios.

El origen de esta decisión es una denuncia presentada por CCOO después de conocer que personal auxiliar de farmacia era obligado a acudir a la UCI con una simple mascarilla quirúrgica, cuando la mayoría lo hacía equipada con mascarillas FFP2, según ha informado esta central en una nota de prensa.

CCOO ha exigido en varios foros que se haga una evaluación de riesgos biológicos específicos por el COVID-19, así como otra de riesgos psicosociales a la plantilla ante la afectación provocada por esta situación de alerta sanitaria, aunque no ha recibido respuesta todavía de las instituciones.

A juicio del sindicato, esta evaluación debe extenderse más allá de las áreas de críticos y abarcar a todos los puestos de trabajo de Osakidetza. Del mismo modo, estas evaluaciones deberían realizarse también en los centros sanitarios privados y en todos los centros sociosanitarios como pueden ser las residencias de mayores o los centros de día.

Además de estas evaluaciones, la Inspección también ha advertido a Osakidetza de la obligatoriedad inmediata de adoptar otras medidas de prevención como extremar la limpieza con desinfecciones periódicas de elementos o poner en marcha medidas como el teletrabajo para el personal sensible.

CCOO ha recordado el "altísimo número" de profesionales de Osakidetza que han dado positivo por COVID-19, "que alcanzaba la cifra de 2.169 profesionales el pasado 22 de mayo, abarcando la práctica totalidad de las categorías del Servicio de Salud". El sindicato ha insistido en la necesidad de adoptar todas las medidas de prevención necesarias para evitar riesgos a sus profesionales y a toda la ciudadanía.