- Rostros muy conocidos como el del polifacético artista José Antonio Nielfa La Otxoa, el deportista Eneko Van Horenbeke o la cantante de Mocedades Rosa Rodríguez se sumaron ayer a la campaña para que "a ningún niño le falte una mascarilla", impulsada por la plataforma Mascarillas Solidarias por Euskadi, que durante todo el fin de semana ha repartido en Sopela dispositivos de protección adaptados especialmente para menores de 2 a 14 años por la red de costureras de Bizkaia.

Los tres quisieron aportar su granito de arena y su imagen para impulsar esta campaña que a lo largo del fin de semana ha distribuido más de 500 mascarillas infantiles en la localidad costera. "Son personas muy conocidas que se han prestado a colaborar y a los que agradecemos que hayan respaldado la iniciativa, al igual que al Ayuntamiento de Sopela", explica Noelia Rodríguez, vecina de Urduliz y una de las promotoras de la iniciativa junto con Imanol Osa, voluntario integrante de Bolunta, Cruz Roja y Bizkaia gara, y la red de costureras de Bizkaia.

Esta iniciativa altruista surgió impulsada por este grupo de mujeres profesionales de la costura que, debido a la pandemia, tuvieron que cerrar sus negocios y que, posteriormente, se coordinaron para trabajar desde casa y aportar su granito de arena a la lucha contra el covid-19. Después de fabricar más de 2.000 mascarillas y batas protectoras para distribuir en hospitales, residencias y otros centros del territorio histórico, decidieron centrar su producción en los más pequeños, especialmente, a raíz de la autorización por parte del gobierno estatal para que pudiesen salir a la calle el pasado 26 de abril.

En este sentido, tras distribuir recientemente 350 mascarillas en Urduliz y recaudar 800 euros destinados "a la compra de material y a las personas que componen la red de costureras que están pasando necesidades por el cese de su actividad", este fin de semana han repartido más de medio millar mascarillas en Sopela, que cuenta con 2.792 menores de 14 años censados. Unos dispositivos infantiles que están adaptados en función de la edad, de 2 a 4 años, de 5 a 8 años y de 9 a 14 años y fabricados con material sanitario y tela homologada. Además, son reutilizables y lavables. Después de su uso se pueden desinfectar "con alcohol y lejía textil", apuntan.