Los alumnos que han regresado este lunes a las clases presenciales portaban mascarillas, se han desinfectado las manos con hidrogeles y se han ubicado en las aulas manteniendo la distancia física de seguridad, en una jornada lectiva que ha transcurrido "con normalidad", según el departamento de Educación.

Estudiantes de 4º de la ESO, Bachillerato y FP han vuelto hoy a los centros educativos que así lo han decidido y que han supuesto un 20 % del alumnado en el caso de los institutos y casi todos en el caso de FP, según las estimaciones del departamento vasco de Educación.

Todos los estudiantes han atendido las instrucciones sanitarias y así, se ha visto en el instituto Martín Bertendona, o en los centros de Formación Profesional del colegio Jesuitas de Indautxu, y Elorrieta -ubicados en Bilbao- cómo accedían a las aulas o talleres tras limpiarse las manos con hidrogel y a través de pasillos separados en dos zonas: una de ida y otra de vuelta.

Los pupitres y las máquinas de prácticas se han ubicado a la distancia física de seguridad y los jóvenes se han sentado manteniendo dicha distancia y atendiendo las explicaciones de los profesores, que también portaban mascarillas.

La consejera de Educación, Cristina Uriarte, ha asegurado que el retorno a las clases presenciales "está transcurriendo con normalidad" y con "las medidas de seguridad necesarias".

También ha recordado que los alumnos citados desde hoy a clase son los que su Departamento ha considerado que "van a necesitar ayuda" dado que están en cursos que suponen un cambio ciclo o dan derecho a una titulación.

"Realmente es necesario que vuelvan a los centros" después de dos meses y medio con clases telemáticas y, "aunque algunos seguirán online, creemos que el impulso a esta presencialidad en el final de curso les va a venir muy bien a muchos", ha defendido.

Los sindicatos ELA, LAB, Steilas, CCOO y UGT han asegurado, por su parte, que "muy pocos" centros educativos han retomado este lunes las clases presenciales y lo han hecho para grupos "muy limitados", sobre todo alumnos que han pedido un refuerzo y estudiantes de 2º de Bachillerato que deben preparar el examen de EBAU, la antigua selectividad que da acceso a la universidad.

Representantes de estas centrales sindicales se han concentrado ante la sede del Gobierno vasco en Gasteiz para denunciar la improvisación y la falta de diálogo en la apertura de aulas por parte de Educación.

"Frente a la irresponsabilidad y los criterios cambiantes del Departamento de Educación, prácticamente todos los centros se alinean con la propuesta de fin de curso planteada por los sindicatos", han asegurado en un comunicado.

Los sindicatos han advertido de que estarán vigilantes para asegurar que el retorno a los centros escolares se lleve a cabo con garantías sanitarias tanto para estudiantes como para los docentes y demás trabajadores. En caso contrario, han dicho, organizarán movilizaciones "hasta que haya garantías para la salud".

Por parte de Kristau Eskola -patronal de los colegios cristianos y en su mayoría, concertados- no se han facilitado datos sobre el regreso a las clases presenciales ya que rechazan dar protagonismo a esta circunstancia.

Su planteamiento, en cualquier caso, es organizar un retorno gradual y limitado de la actividad presencial en las cuestiones que resulten "imprescindibles".

Entre dichas actividades "imprescindibles" incluyen, además del alumnado que cambia de ciclo y de la FP, las clases de refuerzo, la atención al alumnado que haya tenido más dificultades con el aprendizaje telemático, o la realización de recuperaciones y exámenes extraordinarios.

La red de colegios cristianos, que agrupa a 128 centros con 8.000 educadores y 90.000 familias, considera que la "educación presencial es fundamental, sobre todo para el alumnado más desfavorecido, vulnerable o con mayores necesidades".