- Peluquerias y centros de estética han abierto hoy después de casi 50 dias de confinamiento con largas listas de espera que en algunos casos como el de los salones Chic de Bilbao llegan a tener hasta 1.600 clientas pendientes de arreglar sus pelos.

Durante este tiempo Silvia ha aprovechado para adaptar sus tres centros. Patucos, mascarillas y batas de usar y tirar. Mamparas de separacion y una peluquera por clienta son algunos de los requisitos para garantizar las normas.

Los preparativos comenzaron ayer, un día poco usual por ser domingo, pero después de casi 50 días de confinamiento sobran ganas para activar la puesta a punto en esta primera fase de la desescalada. Para algunos, con más dudas que certezas, pero en todos los casos derrochando ganas de volver a la normalidad. Y en ese ranking de cuestiones esenciales para la ciudadanía las peluquerías, el comercio y la hostelería se encuentran en la línea de salida aunque saben que adaptarse a las normas no va a ser fácil y muchos cuestionan si será rentable.

Aún así, ayer domingo se cogieron citas para la peluquería y se limpiaron cristales de escaparates de comercios en plena Gran Vía de Bilbao. Era la puesta a punto para la jornada que abre hoy un paso a la normalidad tan deseada.

Centros de estética retoman la actividad

Centros de estética retoman la actividad

PASEOS Y DEPORTE

También fue la segunda jornada en la que el día está dividido en franjas horarias para satisfacer los deseos de libertad de toda la ciudadanía sin invadir esa zona de protección que tanto ha costado construir para protegernos del virus.El sábado, volvieron los paseos al aire libre con las personas de la familia, el deporte de seis a diez de la mañana y de ocho a once de la noche y los paseos con los niños, aunque sin las aglomeraciones que se pudieron observar el pasado sábado. Y es que las nuevas reglas han vuelto madrugadores hasta a los más perezosos. Todo sea por pisar arena o césped en los mejor de los casos pero hasta el asfalto es bienvenido.

La ciudadanía ha entendido que la prudencia y el respeto es su salvo conducto si quiere seguir disfrutando de este permiso que concede una situación favorable a la superación de la pandemia. "Hacer lo contrario es ir en contra de nuestra propia libertad de movimientos", decía Iñaki. "Una cosa es lo que se nos permite y otra la prudencia con la que debemos actuar". Lo dice porque quiere superar esta situación cuanto antes y se reconoce intolerante con las personas que pisotean los logros contra el covid-19 por irresponsabilidad. "Les recordaría los muertos que se ha llevado esta pandemia".

No con estos pelos

Hoy el gran reto lo asumen entre otros sectores comercios y peluquerías. Y para quien piense aún que es un tema baladí, recordar que hay listas de espera y WhatsApp de peticiones de cita que llegaron a bloquear el móvil a una peluquera, según relata a este periódico. "Se me ocurrió enviar por WhatsApp a mis clientas más habituales el aviso de apertura y la avalancha ha sido tremenda hasta el punto de que el sábado estuve hasta altas horas intentando cuadrar las citas", señala Ainhoa. Es la tónica de prácticamente casi todas las peluquerías. Y es que los peluqueros se enfrentan hoy a greñas, trasquilones y tintes caseros tras cincuenta días cerrados, pero "muy animados" y con los clientes ávidos haciendo cola.

La presidenta de las Empresas de Estética y Peluquería de Bizkaia, Cristina Oñate y Raúl De Andreas, ganador y finalista de premios como AIPP, Despuntan y The World Style Contest relata las inquietudes de los últimos días. Y es que las dudas han consumido esta semana al colectivo, por los ERTE y porque solo iban a poder abrir con un único trabajador en el local, con un cliente. Con esas condiciones, muchos no iban a levantar la persiana, pero ayer, solo un día antes, un nuevo decreto les permitirá atender a varios. "Un alivio. Para las grandes, si tienen diez empleados puedes atender a diez clientes. Con las condiciones de antes iba a ser una ruina", describe Oñate.

Idoia ha gestionando la agenda "sin dar el ok definitivo de a qué hora vienes, a la espera de que se lo confirmemos". En su caso trabaja sola así que no tendrá que hacer muchos cambios. "La gente no esperará dentro de la peluquería". Otra de las cosas que ayer se preocupó es de retirar todas las revistas, otras de las cuestiones de higiene que va a cambiar el hábito asociado al tiempo de peluquería.

La presidenta de las Empresas de Estética y Peluquerías de Bizkaia señala que "tenemos que llevar mascarilla y careta fijo, porque nos tenemos que proteger nosotras. Hay miedo en el sector. La peluquera al menos trabaja por detrás, pero la esteticista está a veinte centímetros. Si estoy haciendo la depilación eléctrica en una barbilla, me separa una lupa". Y, añade, "tenemos contacto, no se puede cortar el pelo sin tocar el pelo, es evidente. A ver si nos llega todo el material de los equipos de protección. Tenemos batas desechables, guantes para empezar, pero termómetros de toma de temperatura, o alfombras para eliminar el virus de la suela... ese material no ha llegado", se suma Raúl.

Las peluquerías no serán las únicas en superar un reto nunca antes planteado, los comercios también se estrenan en una nueva fase en la que los clientes solo podrán entrar de uno en uno. Sigue siendo un handicap la ropa que se prueba y no parece que llevarse la ropa a casa para pensárselo está en estos momentos entre las acciones más recomendadas. Hoy será una primera fase.