- No será un pleno al uso, acorde a la situación que estamos viviendo. Debido a las medidas derivadas de la emergencia sanitaria, la sesión plenaria del Ayuntamiento de Bilbao que se celebrará el próximo día 30 se llevará a cabo del mismo modo que la comisión que tuvo lugar ayer, con algunos ediles en el Consistorio y otros desde sus domicilios, conectados por medios telemáticos. Entre los pocos temas que serán debatidos esta previsto que se apruebe con amplia mayoría de los grupos una propuesta que Bilbao planteará al Gobierno español: flexibilizar la regla de gasto para usar el superávit y afrontar mejor la crisis.

En un principio, el pleno tenía previsto debatir el orden del día de la sesión que fue suspendida en marzo, cuando fue decretada la alerta sanitaria, pero, dado que un mes después las circunstancias no han variado, los grupos decidieron retirar la mayoría de las proposiciones que habían presentado, al considerar que son extemporáneas. De igual manera, el equipo de gobierno solo presentará el punto explicativo sobre los gastos del Presupuesto municipal.

La comisión celebrada ayer de manera telemática dejó patente que la preocupación del Ayuntamiento de Bilbao en estos momentos está centrada en la superación de la crisis a todos los niveles. Sin embargo, no será en este próximo pleno cuando aborde las medidas que se están estudiando para atender esta situación. Los grupos de la oposición hicieron llegar al alcalde, Juan Mari Aburto, diversas propuestas relacionadas con la lucha frente al coronavirus y, según la portavoz del PNV, Nekane Alonso, "el regidor trabaja y presentará próximamente una serie de medidas para hacer frente a las consecuencias de la pandemia".

No obstante, EH Bildu mantiene una propuesta para que el Ayuntamiento de Bilbao inste al Gobierno central a "flexibilizar" la regla de gasto que fue enmendada por el Gobierno municipal y consensuada con el resto de los partidos. Elkarrekin Podemos sostendrá una proposición para pedir al Gobierno vasco que "paralice el desmantelamiento" del centro de salud de La Merced, en el barrio de San Francisco, y otra para plantear al Ejecutivo vasco y a la Diputación Foral de Bizkaia la implantación de un "impuesto medioambiental" a las grandes superficies, cuya recaudación sea canalizada al pequeño comercio.