LA violencia machista sólo nos ha enseñado, de momento, una parte de la terrible realidad que esconde detrás. Todavía no se conoce cuántas mujeres soportan en silencio una violencia que no sólo se compone de agresiones físicas, sino que cuenta en su haber con humillaciones, agresiones psicológicas, sometimiento o control, por citar algunas.

De hecho, hay víctimas que ni siquiera sabe que lo son. "Muchas veces nos llaman sin ser conscientes de que están sufriendo una situación de violencia. Llaman para ponerle nombre a qué es eso que les está pasando. Sospechan que están viviendo una situación de violencia, pero no tienen claro si lo que les pasa es maltrato o no lo es", señala Mari Jose Penas, psicóloga del Servicio. Violencia contra las mujeres que no se reduce al ámbito de la pareja, sino que también existe violencia intrafamiliar o delitos contra la libertad sexual. "Y que no puedan pedir ayuda, no significa que no la estén sufriendo", añade Oiane Zarate, coordinadora de Satevi.

La violencia machista afecta a todos los estamentos de la sociedad por igual y ataca a mujeres independientemente de su posición social, recursos económicos, cultura o nacionalidad.

El teléfono del Servicio de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia, SATEVI, -900.840.111- ha superado las 56.000 llamadas desde que se pusiera en funcionamiento en 2006 por parte del departamento de Políticas Sociales del Gobierno vasco. Un servicio gratuito, anónimo, que no deja rastro en la factura, y que se ha convertido en un recurso por el que las mujeres que sufren violencia machista pueden pedir ayuda.

Y no sólo ellas, también familiares o amistades -e incluso profesionales de la sanidad, educación o servicios sociales, entre otros-. "Muchas veces recibimos llamadas de mujeres víctimas que han sido animadas por esos profesionales o allegados y allegadas, que han hecho ese primer contacto y que les han animado a compartir su situación", incide Oiane Zarate.

24 horas disponible los 365 días del año, el teléfono está atendido por psicólogas, trabajadoras sociales y educadoras que forman parte, a su vez, de un equipo formado por técnicas de igualdad y servicios sociales, tutoras de Lanbide para la inserción socio-laboral de mujeres víctimas de violencia machista y profesionales de la RGI. Todo un engranaje humano para ayudar a las mujeres a salir de su situación.

Además, para llegar al máximo número de víctimas, el servicio telefónico atiende hasta en 51 idiomas a fin de que el lenguaje no sea una barrera para pedir ayuda. Y se trabaja ya para poner en marcha cuanto antes un nuevo sistema que se pueda utilizar por parte de mujeres con diversidad funcional del habla u oído y que mejore el actual.

"Somos un equipo especializado y nuestro objetivo es escuchar, pero también ir más allá y poder darles alternativas a la situación que están viviendo. Nuestro objetivo general es que lleguemos a más gente, tanto a las propias víctimas como a los profesionales que trabajan con ellas o las conozcan. Animamos a cualquier persona que tenga una duda a que nos la consulte", señala Oiane Zarate.

El teléfono del Servicio de Atención Telefónica a Mujeres Víctimas de Violencia impulsado por el departamento de Políticas Sociales del Gobierno vasco está en coordinación con el 016, de ámbito estatal y puesto a disposición para atender los casos en aquellas comunidades autónomas que no disponen de un número propio. De esta manera, todas las llamadas recibidas desde la CAV al 016 son derivadas al equipo de SATEVI. En ambos casos, tanto en el 016 como en el 900.840.111, la llamada no deja rastro en la factura, aunque sí que hay que borrarla del listado de llamadas.