Bilbao - El temporal que azotó ayer Euskal Herria dejó tras de sí un reguero de incidencias, daños en fachadas y mobiliario urbano y múltiples problemas de tráfico, mientras que nueve personas fueron atendidas en la CAV por los servicios sanitarios tras sufrir caídas y golpes. En Iparralde falleció un hombre de 72 años después de que un árbol cayera sobre el coche que conducía. Y en Nafarroa cuatro personas fueron rescatadas por los bomberos en Iruñea y su comarca tras la crecida de los ríos, que provocaron importantes problemas en las zonas ribereñas de los caudales.

Bizkaia y Gipuzkoa fueron los territorios más afectados en la CAV, más por el viento que por el impacto de las olas de más de seis metros. Las localidades costeras aguantaron las pleamares sin apenas daños de consideración, ya que muchas personas protegieron sus establecimientos y los ayuntamientos acotaron las zonas más expuestas para evitar riesgos. Las rachas de viento, que alcanzaron velocidades de 160 kilómetros por hora en Matxitxako, dan la medida de su violencia durante la madrugada y las primeras horas de la mañana.

En Ezkerraldea los efectos de las potentes rachas fueron más que evidentes. El Puente Colgante tuvo que suspender el servicio en algunos momentos debido al viento. En Sestao, lo más destacable fue que el fuerte viento levantó una parte de la cubierta del polideportivo de La Benedicta y, a lo largo de la mañana los técnicos del Ayuntamiento, estuvieron evaluando los daños. En Barakaldo se contabilizaron hasta setenta actuaciones por incidencias relacionadas con el vendaval. La más destacada fue la que tuvo lugar a las 8.20 horas en una guardería del número 50 de la avenida Euskadi, donde unos cascote se desprendieron de una fachada y se precipitaron en el patio de la escuela infantil. Afortunadamente a esa hora no había nadie en las inmediaciones. Un muro de un edificio situado entre las calles Economía y El Porvenir cayó a la vía pública, así como tres árboles en la trasera de la EPA de Gurutzeta, en un camino de El Regato y en Zubileta. Por su parte, en Santurtzi, una pequeña parte del espíritu navideño salió volando por los aires al desprenderse tres grandes adornos de Navidad en las calles Itsasalde, Jenaro Oraá y en la avenida Murrieta. Además, en Pajares un árbol cayó sobre un poste eléctrico. A todas estas incidencias, hay que añadir los contenedores de basura y señales derribados por la fuerza del viento. En Eskuinaldea un árbol se desplomó sobre un coche y una caravana en la calle Bizkerra y se rompió la cristalera de un local en Las Mercedes en Getxo, cuyo frente marítimo resistió bien el fuerte maretón.

En Meatzaldea hubo un par de afecciones significativas a causa de las fuertes rachas de viento dentro de un global que se resumió en más de cincuenta intervenciones leves. En Abanto, sobre las 6.00 horas, el viento levantó la carpa instalada para acoger este fin de semana la feria solidaria. Fuentes municipales aseguraron que la carpa estará lista hoy para celebrar el evento solidario, puesto que las previsiones indican que el tiempo dará un respiro antes de la entrada de un nueva borrasca mañana. En Ortuella tuvo que ser suspendido el encendido del árbol de la ilusión porque el viento afectó al sistema eléctrico, además de arrancar gran cantidad de las bolas decorativas realizadas por los vecinos. El encendido fue pospuesto hasta la próxima semana.

En las carreteras de Bizkaia, los problemas más importantes tuvieron lugar de madrugada en la BI-636, entre Bermeo y Mungia, y en la BI-2235, entre Sukarrieta y Mundaka. Para el mediodía remitieron las actuaciones para abrir otras vías afectadas, aunque siguieron las incidencias en municipios como Berriatua y Loiu. Bermeo contuvo el aliento después de que se desmoronara parte del mural del mercado municipal situado en el centro de la localidad. Afortunadamente, el incidente se produjo a primeras horas, antes de que cientos de estudiantes cogieran allí el autobús escolar.

Desde las 7.00 horas hasta el mediodía parte de la comarca de Kostaldea se convirtió en una ratonera, ya que varios desprendimientos de tierra y árboles obligaron a cortar el tráfico entre Sollube y Sukarrieta. Además, el servicio de Euskotren también se vio afectado por el temporal. En Lekeitio y Ondarroa no se produjeron incidencias de gravedad más allá de la caída de cascotes, señales y árboles, así como los problemas que pasó en esta última localidad un pesquero para arribar a puerto.

El temporal de viento dejó sin suministro eléctrico a 14.000 clientes de Iberdrola en Bizkaia, aunque a última hora de la tarde eran 4.900 los afectados, la mayoría en Ea, Ibarrangelu, Muxika, Munitibar o Ispaster.

Donostia, cerrada a cal y canto Donostia fue una de las localidades más afectadas por el temporal en Gipuzkoa. El Ayuntamiento de la capital guipuzcoana informó de que atendieron 200 incidencias derivadas de caídas de árboles, objetos, semáforos, luces de Navidad, contenedores o farolas. Como consecuencia de todo ello, varias vías de la ciudad tuvieron que ser cortadas en determinados momentos para retirar árboles o ramas, aunque para las 14.30 horas ya estaban abiertas.

El polideportivo Zuhaizti cerró por riesgo de caída de la cristalera trasera, mientras que el gimnasio de Altza permanece cerrado debido a una avería en la electricidad, al parecer, provocada por el viento. También cerró a causa del viento el cementerio de Polloe. Hoy a mediodía se revisará de la alerta naranja por impacto de ola en la costa vasca. Ayer el Paseo Nuevo y otras vías permanecieron completamente cortadas.