DONOSTIA. En una década los casos estudiados por la inspección del Departamento de Educación del Gobierno vasco se han multiplicado por diez, ya que en 2008 eran 75, según consta en el estudio sobre la evolución del "buylling" en los centros escolares vascos presentado este jueves por la consejera Cristina Uriarte.

Los 96 casos confirmados suponen así el 12 % de los 755 analizados, un porcentaje que se ha ido reduciendo, pues en el curso 2017-2018 alcanzaba el 14,29 % y en 2008-2009 fue del 52 %.

Uriarte ha indicado que ha "cambiado la sensibilidad de la sociedad hacia este problema y se denuncian situaciones que hace una década no se denunciaban".

El incremento de 202 situaciones analizadas en un solo año "no conlleva un aumento de casos" que cumplen con los requisitos necesarios para ser identificados como acoso de forma objetiva, ha explicado el inspector general de Educación, José Angel Ayucar .

Las condiciones para que el acoso escolar pueda ser considerado como tal pasan por que el maltrato se presente de forma repetida y mantenida en el tiempo, que exista un desequilibrio de poder y una indefensión por parte del acosado, que haya una intencionalidad de causar daño y que la marginación o la violencia esté dirigida hacia una o unas pocas personas, ha puntualizado.

El 53 % de los alumnos que han padecido este tipo de acoso pertenecen a Educación Secundaria, mientras en Primaria se han registrado en los colegios vascos 39 casos y en Educación Infantil 7.

Respecto al tipo de maltrato, en 44 casos (46 %) ha consistido en exclusión y marginación social y en 30 (31 %) en agresiones verbales, mientras 4 han sido de "acoso o abuso sexual", 6 de agresión física directa y otros tantos de otras tipologías. En 22 alumnos el maltrato se produjo preferentemente mediante las redes sociales (ciberbuylling).

De los 96 acosos identificados, entre "4 o 5" han sido trasladados a la Fiscalía, ha señalado Ayucar, quien ha explicado que los protocolos que defiende Educación se dirigen a que esta cifra sea "siempre la más baja posible", ya que el propósito es que el problema se aborde dentro del contexto educativo.

"Es la propia Inspección la que deriva las situaciones de extrema violencia a la Fiscalía", ha señalado Ayucar, quien ha recordado que los menores de 14 años son "inimputables", por lo que los casos son devueltos a la competencia de los centros escolares.

"El objetivo -ha indicado Ayucar- no puede ser que no se vaya a producir acoso, porque la violencia es algo natural en las personas", pero se está "en la vía de la resolución" para que el problema se aborde mediante medidas educativas encaminadas a la víctima, de corrección de los comportamientos de los acosadores y, "sobre todo", de sensibilizar al entorno que presencia los acosos.

Junto a los datos objetivos, el director del Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa (ISEI-IVEI), Xabier Aizpurua, ha presentado las conclusiones de un estudio cualitativo que revela que el alumnado que percibe haber sufrido acoso escolar pasa del 21 % en 2012 al 18,9 % en 2018, mientras en la ESO el porcentaje es del 15,7 % en 2018 y del 18,8 % en 2016.

El número de chicos que perciben haber sufrido acoso es siempre mayor al de las chicas en todos los cursos analizados.

El estudio se ha llevado a cabo mediante un cuestionario que han contestado casi 6.000 alumnos de cuarto, quinto y sexto de Primaria y por 8.000 alumnos de 89 centros de la ESO.