Bilbao - Algunos días serán más y otros menos, dependiendo de la climatología, el estado del vehículo y de la carretera, la conducta de la persona al volante? Y también de la coyuntura económica, porque cuando la crisis aprieta hay menos coches en la carretera. El caso es que las compañías aseguradoras abren cada día, de media, unos 235 expedientes por incidentes leves, los golpes de chapa, ocurridos en su mayoría durante maniobras de aparcamiento, al detener el coche en un semáforo, en un frenazo o, simplemente, cuando coinciden tráfico denso y distracciones.

Así queda reflejado en el informe Algunas reflexiones sobre los accidentes de tráfico en Euskadi presentado por Unespa, la patronal de las aseguradoras, que recoge datos propios de las últimas dos décadas hasta 2018. A lo largo de todo ese periodo analizado fueron gestionados 1,72 millones de partes relacionados con esos golpes de chapa en el conjunto de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV). Es en el desenlace de ese exhaustivo documento cuando se pone de manifiesto que los años con más incidentes leves fueron 1999, 2000 y 2007, todos ellos coincidentes con momentos de prosperidad financiera. Por contra, la siniestralidad empezó a aflojar en 2008 -debido a la terapia invasiva de la crisis- hasta tocar suelo cinco años más tarde, en 2013.

Así lo certificó Pablo Mongelos, presidente de la Unión Territorial Vasconavarra de Unespa quien insistió en que este tipo de colisiones leves, sin víctimas, son una prueba real de la marcha de la economía de un determinado territorio. “Los datos de Euskadi son testimonio de esta dinámica” expresó, al tiempo que hacía hincapié en otro hecho: este tipo de siniestros leves son parte consustancial al tráfico urbano.

Por territorios, la mitad de los accidentes ocurre en Bizkaia, uno de cada cuatro en Gipuzkoa y uno de cada cinco en Araba. Un 55,4% de los percances con víctimas se produjo en Bizkaia, mientras que en Gipuzkoa ocurrió otro 25,5% y en tierras alavesas el 19,1% restante. Otra de las conclusiones del informe es que la media vasca es de un fallecido en accidente de tráfico por cada 215 habitantes frente a los 161 de la media española. Mientras Gipuzkoa computó un muerto en carretera por cada 306 habitantes, el porcentaje en Bizkaia fue de uno cada 191 habitantes y en Araba de una víctima cada 178. Las incapacidades temporales supusieron en 2018 tres de cada cuatro víctimas contabilizadas en el conjunto de la CAV.

En otro orden de cosas, tal y como describió Antonio Guardiola, responsable de la Comisión de Automóviles de Unespa), Euskadi presenta una ratio más elevada que España de personas perjudicadas que deja detrás cada muerte en carretera. Mientras en el Estado cada víctima mortal genera 4,4 damnificados, la media vasca se eleva a 5,6 familiares o allegados. Por territorios, en Bizkaia la ratio es de 6,3 perjudicados por cada fallecido, en Gipuzkoa de 5,6 y en Araba de 4,0. El promedio de edad de los perjudicados indemnizados en Euskadi durante 2018 fue de 48 años.