Madrid - La ministra de Educación en funciones, Isabel Celaá, anunció ayer que la futura ley educativa desarrollará un currículo escolar que incluirá la historia del pueblo gitano como contenido obligatorio para superar así los estereotipos contra esta etnia y lograr la inclusión plena de sus alumnos.

“Por primera vez, el sistema educativo incluirá en el currículo como contenido obligatorio la historia del pueblo gitano, un currículo que desarrollaremos una vez se apruebe la futura ley de educación”, enfatizó Celaá en la presentación de la campaña El pupitre gitano lanzada por la Fundación Secretariado Gitano.

Se trata de una demanda histórica de este colectivo, que ya logró que su antecesor, Íñigo Méndez de Vigo, se comprometiera a satisfacerla y que el Congreso le diera su respaldo unánime en 2017, pero hasta la fecha solo se incluye en las escuelas de Castilla y León. Para Celaá, ha llegado el momento de que “el alumnado gitano se sienta incluido y acogido en la escuela y tenga reconocido su propio grupo de referencia” porque “la cultura es la entidad” de este pueblo, que sigue sometido a los estereotipos y estigmas.

Y es que 6 de cada 10 niños gitanos abandonan los estudios antes de terminar la Secundaria Obligatoria, frente a los dos de cada diez del resto de la población, denunció la portavoz de la Fundación, Mayte Suárez.

Además, solo el 17% de los gitanos tiene estudios de Secundaria Obligatoria o superiores, un porcentaje que alcanza el 77% en el conjunto de la población; la brecha se reproduce en los estudios superiores, con cifras del 3% en el caso de las chicas gitanas y el 5% en los chicos frente al 50% del resto. Suárez reconoció “cierto avance”, aunque “lento”: en 2005 solo el 6,4% de los gitanos habían alcanzado la Educación Secundaria, en 2011 se llegó al 10% y en 2018 al 17%. Por todo ello, exigió un plan de choque contra el fracaso escolar entre estos alumnos, que cada día tienen que superar barreras como la segregación, la falta de referentes o las escasas expectativas. Dificultades que han reproducido en El pupitre gitano, un mueble en apariencia normal pero lleno de imperfecciones (superficie rayada, tapa que no se levanta, asiento inclinado) que escenifican esa desigualdad. - Efe