Madrid - Uno de cada dos estudiantes de entre 14 y 18 años ha probado alguna vez el cigarrillo electrónico, según la última encuesta Estudes del Ministerio de Sanidad, que constata el aumento del consumo, ya que hace dos años uno de cada cinco de esos menores aseguraba haber usado estos dispositivos. Se trata aún de datos provisionales dados a conocer ayer por la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Azucena Martí, durante la presentación de una campaña institucional del Ministerio de Sanidad contra el tabaco, dirigida especialmente a los más jóvenes y centrada en las nuevas formas de consumo.

La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, insistió en que las nuevas formas de fumar como el tabaco de liar, las pipas de agua, el cigarrillo electrónico, el tabaco sin combustión o el vapeo crean también adicción y son perjudiciales para la salud. Además, la utilización de esos nuevos productos es la puerta de entrada al consumo de tabaco tradicional. De hecho, la última encuesta Estudes, de 2016, señalaba que el 78% de los estudiantes que usaban cigarrillo electrónico declaraba haber fumado tabaco.

Además, es un factor de riesgo para el consumo de otras drogas: la misma encuesta constataba que el 98% de los chavales que usaban cigarrillo electrónico habían consumido alguna sustancia psicoactiva (alcohol, tabaco o hipnosedantes) y el 66%, alguna droga ilegal. Este porcentaje desciende hasta el 77% y el 23%, respectivamente, entre quienes no han probado nunca estos dispositivos.

Fumar es perjudical El lema de la campaña es El tabaco mata y te ata en todas sus formas, una frase “sencilla” con la que, dijo Carcedo, se quiere trasladar a los menores el mensaje de que “fumar no te renta”, según el lenguaje que ellos usan. “Desde el Ministerio no queremos que los jóvenes tengan ninguna duda de que todas las formas de fumar generan dependencia y son perjudiciales para la salud”, subrayó Carcedo, quien agregó que “es nuestra responsabilidad advertirles de ello”. Tras insistir en que el tabaquismo provoca 50.000 muertes “prematuras” cada año en España, que podrían evitarse, así como otros 1.000 fallecimientos por consumo pasivo, la ministra recordó que se nos transmitió que fumar era moderno y sugerente “y tardamos décadas en borrar esa percepción”. Ahora, la publicidad se centra en los nuevos productos haciendo creer a los jóvenes que usarlos es sexi, moderno o estiloso “para adentrarlos en una adicción que ata a las personas para el futuro”.

También es “significativo” el hecho de que el cigarrillo electrónico tiene la percepción de riesgo más baja entre todas las drogas y sustancias. Sólo el 34% de los estudiantes piensa que su consumo puede causar bastantes o muchos problemas de salud. Por su parte, la directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio, advirtió de que las nuevas formas de fumar “vienen a añadir otros riesgos”, aunque se venden “como formas que tienen menos riesgo para la salud”. - Efe