Bilbao - El próximo 9 de septiembre los estudiantes vascos vuelves a las aulas. Acaban así las vacaciones de verano y llega un nuevo curso escolar y la matriculación de los alumnos en un tipo de centro u otro variará por comunidades como sucede desde hace años. El sistema escolar de Euskadi se ha convertido en un caso único en el Estado y en buena parte de los países europeos. La red privada concertada escolariza prácticamente el mismo número de alumnos que la red pública en las etapas no universitarios. ¿Por qué? Dos son las razones que ayudan a explicar la relevante presencia de los centros privados concertados en Euskadi. Por una parte, la gran penetración social de las órdenes religiosas y de sus colegios y, por otro lado, las ikastolas, que surgió como una alternativa al modelo de escuela propugnado por el franquismo.

En concreto, si analizamos los datos de la educación pública en el Estado, la diferencia alcanza hasta un 30%, tal y como se detecta entre Castilla-La Mancha (80,9%) y la Comunidad Autónoma Vasca (50,7%). Euskadi contaba con hasta tres redes educativas a comienzos de los años 90. La ley de confluencia de las ikastolas, elaborada en 1988, facilitó la publificación de más de la mitad de estos centros. Este proceso culminó en el año 1994. A partir de ese momento, ya solo hay que hablar de dos redes.

Todo ello se refleja la estadística sobre Enseñanzas no universitarias del Ministerio de Educación y Formación Profesional (con cifras del curso 2018-2019) que señala el diferente peso que llegan a alcanzar las matriculaciones respecto a la educación pública en unas autonomías o en otras. El porcentaje total de los estudiantes matriculados en centros públicos ha pasado del 67,2 al 67,1 % entre los cursos 2017-18 y 2018-19.

Solo Aragón, Comunidad Valenciana y Melilla han aumentado muy ligeramente el porcentaje de estudiantes en centros públicos en esos cursos. Según la Ley Orgánica de Educación (LOE) de 2006 (del PSOE), “la programación de la red de centros debe asegurar la existencia de plazas públicas en todas las áreas de influencia que se establezcan”.

La Ley Orgánica para la Mejora de la calidad educativa (Lomce) de 2013 (del PP) afianzó la educación concertada añadiendo que se programarían plazas concertadas “por demanda social”.

La actual ministra de Educación, Isabel Celáa ha considerado en varias ocasiones “un eufemismo” que se propicie en algunos casos que la escuela pública pueda ser considerada subsidiaria de la concertada y, por ello, en su Proyecto de Ley Orgánica de modificación de la LOE (Lomloe) quitando dicha “demanda social” y añadió que las plazas públicas deben garantizarse “especialmente en las zonas de nueva población”.

En el último curso examinado por Educación en la citada estadística hubo 8.217.330 alumnos en enseñanzas del régimen general, de los que 5.515.197 acudieron a centros públicos y 2.702.133 a privados y concertados. Además de Castilla-La Mancha y en las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta (83,7% y 80,3%, respectivamente), los mayores porcentajes de estudiantes matriculados en centros públicos son los de Extremadura (80,2%), Canarias (75,8%) y Andalucía (73,6%).

Gasto público en Euskadi Por el contrario, las comunidades que suman menores porcentajes de alumnos que acuden a la enseñanza pública son, aparte de la CAV (50,7%), Madrid (53,8%), Baleares (64,7%) y Nafarroa (64,8%). Sin embargo, aunque pudiera pensarse, las mayores o menores matriculaciones en la educación pública no tienen que ver con el gasto público que hace cada comunidad para cada curso. De hecho, los mayores porcentajes de gasto público en educación se concentraron en 2017 en Andalucía (16%), Catalunya (13 %) y Madrid (10,2%). Si nos fijamos en los dos polos de alumnos matriculados en educación pública, la de Euskadi y Castilla-La Mancha, el gasto público fue del 5,5% y del 3,3%, respectivamente. - DEIA/Efe