Bilbao - El Gobierno vasco propuso ayer al Ejecutivo español acoger a los 121 migrantes rescatados en el Mediterráneo por la embarcación Open Arms entre las distintas comunidades autónomas a través de porcentajes establecidos en función de la población, la renta y el desempleo existente en cada una de ellas. Además, abogó por un Pacto Social por la Migración. El Gobierno de Iñigo Urkullu trasladó este planteamiento al de Pedro Sánchez después de que la ONG Open Arms pidiera “urgentemente” un puerto seguro al que llevar a los 121 inmigrantes que fueron rescatados en el Mediterráneo central y que siguen en su nave por la negativa de Italia a permitir su desembarco.

Ante este llamamiento, el Ejecutivo vasco manifestó “la misma disposición” a acoger a migrantes que ya ofreció en el caso del Aquarius, y reclamó “dar un paso más”, y aplicar la propuesta Share para organizar la acogida de las personas rescatadas por el Open Arms. La propuesta Share plantea compartir el principio de corresponsabilidad mediante una fórmula de distribución del esfuerzo de acogida que conjuga tres parámetros: los ingresos fiscales, con un peso del 50%; la población, con una incidencia del 30%; y el índice de desempleo, con un 20%.

Para el Gobierno vasco, “compartir el principio de corresponsabilidad es la mejor alternativa a la realidad migratoria y de asilo”, es decir, “compartir el principio de corresponsabilidad entre estados de la Unión Europea, y compartir este mismo principio entre Comunidades Autónomas y regiones dentro de cada Estado”.

Entre tanto, en alta mar, los 121 inmigrantes rescatados hace cinco días en aguas del Mediterráneo Central esperan con calma y tranquilos a bordo del barco de la ONG española un puerto seguro en el que desembarcar, tras la negativa de Italia. La situación a bordo es “estable”, todos están tranquilos y la meteorología en este cuarto día tras su rescate es buena. “Todo está más o menos controlado, aunque es un frágil equilibrio”, explicó por teléfono la portavoz de Open Arms, Laura Lanuza.

Todos los inmigrantes están “bien cuidados”, no presentan problemas de salud relevantes y a bordo hay aún comida y atención médica por si fuera necesaria. La ONG difundió una serie de vídeos en los que puede verse cómo los inmigrantes aguardan en la cubierta del barco, juegan con los niños, charlan entre ellos o con los voluntarios, duermen en el suelo o mirando por la borda. La nave se encuentra en aguas internacionales frente a la isla italiana de Lampedusa. - DEIA