MADRID. La EM es la causa más frecuente de discapacidad no traumática en adultos jóvenes, y aunque también puede afectar a niños y personas mayores, el 70 por ciento de los nuevos casos se detectan en personas de entre 20 y 40 años de edad, y en 3 de cada 4 pacientes en mujeres.

Las causas que originan esta enfermedad autoinmune y crónica aún son inciertas, pero las últimas investigaciones apuntan a factores genéticos no hereditarios, ya que solo el 15 por ciento de los pacientes de esclerosis múltiple tienen a uno o más familiares afectados, en conjunción con factores ambientales como el tabaquismo, el déficit de vitamina D, la escasa exposición a la luz solar y/o el cambio de dieta, entre otros.

"La esclerosis múltiple es una enfermedad muy heterogénea, tanto en la presentación de los síntomas, como en su pronóstico. No obstante, en un 85 por ciento de los casos, la enfermedad se manifiesta en forma de lo que denominamos 'brotes', es decir episodios de afectación neurológica que suelen remitir parcial o totalmente sobre todo en las etapas iniciales de la enfermedad. Aunque, con el tiempo -y en muchos casos- la enfermedad pasará a 5desarrollarse de forma progresiva y continuada provocando daños sensoriales, físicos y psíquicos y produciendo diversas discapacidades", explica el coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la SEN, Miguel Angel Llaneza.

Debido a que, en muchas ocasiones, los síntomas iniciales de la esclerosis múltiple se pasan por alto porque desaparecen y vuelven a aparecer con el tiempo, actualmente existe un retraso en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad de entre 1 y 2 años, lamentan los expertos.

"Presentar debilidad o rigidez muscular, espasmos musculares dolorosos, problemas de incontinencia urinaria, mareo permanente, dificultad para mantener el equilibrio y/o visión borrosa o doble, suelen ser los primeros síntomas de la enfermedad más habituales y más fácilmente identificables. No obstante, puesto que la enfermedad puede generar lesiones en cualquier parte del sistema nervioso central, dependiendo de la zona que se vea afectada, los síntomas pueden ser muy variables", apunta Llaneza.

Aun no existe ningún tratamiento que permita curar la esclerosis múltiple, pero sí algunos que permiten retrasar la progresión de la enfermedad, así como distintas terapias para mejorar los síntomas. Además, en los últimos años, han aparecido nuevos fármacos que son capaces de reducir considerablemente el número y la severidad de las recaídas y que retrasan la evolución a largo plazo de la enfermedad de una forma mucho más efectiva.

"Esto hace que, actualmente, exista un número muy importante de pacientes que, tras padecer la enfermedad durante más de una década, no presentan ningún tipo de discapacidad importante. Por eso, la utilización temprana y adecuada de los recursos terapéuticos disponibles es un factor esencial para mejorar el pronóstico de los pacientes", argumentan desde la SEN.