Bilbao - El compromiso de la Unión Europea (UE) con la ayuda humanitaria en diferentes partes del mundo, la defensa del marco moral que debe atender a los refugiados y migrantes que llegan al Viejo Continente y la importancia de los próximos comicios europeos que se celebrarán en mayo. Estos fueron los tres ejes en los que el comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, el chipriota Christos Stylianides, basó su intervención en el auditorio de la Universidad de Deusto.

El responsable de los programas europeos humanitarios fue el protagonista de un acto en formato de diálogo con decenas de universitarios y profesores y que tuvo la solidaridad como elemento central. Mediante una aplicación en los móviles se cuestionó sobre diversos temas a la concurrencia y en base a las respuestas Stylianides desarrolló su discurso, además de contestar a preguntas de los asistentes.

Así, en cuanto a los programas de ayuda humanitaria de la UE en el mundo, los asistentes consideraron con sus votos que la hambruna en Yemen era el más necesario por atender. Una crisis que no es la más mediática reconoció el comisario, pero en la que coincidía “porque la población está en inanición”.

Las crisis humanitarias en Nigeria y otros países africanos, la situación en Myanmar y Bangladés por el éxodo de los rohingyas o los efectos de la guerra en Siria salieron a la palestra. En este último caso explicó que recientemente había estado con una delegación europea en la ciudad kurda de Mosul, arrasada literalmente tras ser conquistada al Estado Islámico, y aseguró que “el dinero de toda Europa está llegando donde se necesita y tenemos que estar orgullosos de ello, pero a la vez se podía oler la experiencia de la muerte en sus calles destrozadas”.

Puso en valor también el aumento de financiación, en la legislatura que está a punto de concluir, al programa de educación en situaciones de emergencia, que ha posibilitado la apertura en la ciudad kurda de 132 escuelas para niños y niñas. Un colectivo infantil, recordó, que “hace solo dos años estaba siendo educado por el Estado Islámico en el odio a todo lo diferente. Ahora les enseñamos que no solo hay ese enfoque”.

Una pregunta de una profesora universitaria y miembro de Comisión Española de Ayuda al Refugiado centró el acto en la crisis humanitaria a la que hace frente Europa en sus fronteras.

Unión Europea dividida Fue claro al reconocer que “la Unión Europea está dividida por la crisis de inmigración y es intolerable que estados de Europa oriental no hayan aceptado los acuerdos de reubicación”. Contestó a la participante que el problema de España, que mantiene inmovilizadas 54.000 peticiones de asilo, “hay que abordarlo desde un enfoque más global”. Especificó el comisario que “los inmigrantes no van a destruir Europa” y quiso situarse en el fiel de la balanza del problema al indicar que “podía entender los argumentos identitarios, porque es evidente que no podemos acoger a cien millones de personas, pero hay que salvar vidas en el Mediterráneo”.

Sentenció así mismo como “nuestra identidad europea tiene un marco moral con los refugiados al que no podemos renunciar”. También hizo una apuesta por “invertir mucho dinero en las causas raíz, en los países de África y otras zonas del mundo, para ayudar allí a que sus habitantes no se vean obligados a emigrar”. Sobre los responsables europeos que rechazan a los que vienen de fuera dijo que “algunos ni quieren ver inmigrantes ni quieren invertir en ayudas en sus países”.

Por eso fue crítico con la clase dirigente y especificó que “la responsabilidad de un político es ignorar los costes políticos de las decisiones que se toman”, todo ello en relación al posicionamiento sobre la inmigración por intereses electorales. Aseguró que si no ocurre de esa manera “lo mejor es dejar la política e irse a la empresa privada”.

No obvió tampoco los embates que supone para la construcción común europea el Brexit o la política del presidente estadounidense, Donald Trump. Stylianides aseguró que el problema del Brexit “está en Londres, no en el resto de Europa”, y frente a los políticos ingleses que defendían esta medida para “demostrar al mundo un nuevo Imperio Británico”, especificó que “ha quedado claro que ya no es así”. Es más, destacó que “la UE ha dado mucho bienestar a sus ciudadanos y es respetada por su modelo social”, antes de volver a hacer referencia al marco moral.

Próximos comicios europeos “Cualquier producto británico perderá ventaja competitiva respecto al resto de la Unión. No hay más que ver la diferencia entre la libra y el euro. Ya se han dado cuenta todos de que es más difícil estar fuera de la UE que permanecer en ella, pese a todas las flaquezas del proyecto europeo”, concretó. En este sentido puso en valor la “resiliencia y entereza” demostrada por el Viejo Continente ante “los visionarios que auguraban que iba a colapsar, tanto por el Brexit como por las decisiones de Donald Trump”.

Como es lógico destacó la importancia de los próximos comicios electorales y la que tiene caminar juntos todos los socios de la Unión. Reconoció que “tenemos flaquezas en nuestras instituciones y en su funcionamiento”, por lo que admitió “la necesidad de cambios y nuevas iniciativas para ser más eficaces y cercanos a nuestros ciudadanos y sus problemas. No se trata de destruir el edificio, sino de restaurarlo”.