GASTEIZ. Según el informe de la Red de Vigilancia Epidemiológica-Médicos Vigía correspondiente a la semana del 28 de enero y el 3 de febrero, la actividad gripal ha sido de 217,6 casos por 100.000 habitantes, prácticamente la mitad que hace una semana, cuando la tasa fue de 398,8.

Esto tuvo su reflejo en una disminución del número de consultas en los centros de atención primaria, que atendieron a personas 3.725 por gripe, frente a las 6.868 de la semana anterior.

También bajó la incidencia de la gripe en niños de hasta 4 años -el grupo de edad con mayores tasas de contagio-, que pasó de 1.568 a 937,5 casos por 100.000 habitantes.

A la espera de comprobar cómo evoluciona la gripe durante las próximas semanas, los datos parecen indicar que la actividad gripal en Euskadi seguirá disminuyendo hasta volver a registros inferiores al umbral epidémico, situado en 55,7 casos por 100.000 habitantes, han apuntado en una nota el Departamento de Salud y Osakidetza.

En cuanto al número de personas hospitalizadas por gripe desde que arrancó la temporada ha sido de 1.433, de las cuales 364 estaban graves.

Salud y Osakidetza han pedido hacer un uso responsable de los recursos sanitarios y en función de los síntomas valorar cuál es el servicio más adecuado: médico de familia, puntos de atención continuada (PAC) y, en caso de complicaciones graves, las urgencias hospitalarias.

La gripe es una enfermedad molesta pero benigna en la población sana y no cuenta con un tratamiento específico, más allá de descansar, beber líquidos y tomar antitérmicos, aunque si la fiebre persiste, se debe consultar con un médico.

Al tratarse de una enfermedad vírica los antibióticos no son eficaces (solo deben tomarse en casos muy puntuales y siempre bajo prescripción médica) y para tratar de evitar su transmisión y contagio, se recomienda taparse la boca al toser o estornudar, lavarse frecuentemente las manos y utilizar pañuelos desechables.