donostia - El acuerdo entre el sector del taxi y los vehículos con conductor VTC en Euskadi para la elaboración de una nueva normativa autonómica que regule a los vehículos con conductor ha dejado “razonablemente insatisfechos” a ambos colectivos, según confirmaron ayer a este periódico fuentes oficiales del taxi y de los VTC de Gipuzkoa, que ven con buenos ojos el paso adelante dado de cara a evitar problemas futuros. El grado de entendimiento alcanzado, de la mano del Gobierno vasco, fue valorado ayer por las dos partes, y desincentiva el desembarco de plataformas como Uber y Cabify en Euskadi, donde aún la justicia tiene que resolver unos 250 expedientes de licencias que fueron solicitadas entre 2009 y 2015, aprovechando el vacío legal.

Según fuentes del sector VTC, se espera que al menos la mitad de esas licencias pendiente de resolución, entre 100 y 200, sean concedidas finalmente por los tribunales, lo que podría alterar de forma importante el ratio actual de taxis y VTC en los tres territorios vascos. De este modo, el ratio de un VTC por cada 23 taxis (1/23) registrado a día de hoy -ya por debajo del 1/30 que establece la ley-, pasaría al 1/6 si se concediesen todas las solicitudes, una tasa similar a la de Barcelona; o a un 1/11 si se concediesen 100 de ellas, un escenario perfectamente posible. Y ello supondría doblar casi de la noche a la mañana el número de vehículos VTC en la CAV, pasando de las 96 actuales a unos 200 frente a 2.200 taxis. Un escenario que temen unos y otros, porque “el mercado no da para más”, coinciden taxistas y profesionales del sector VTC vasco.

Según explica Guillermo Elías, portavoz de Asovas VTC, el colectivo que defiende los intereses de los 96 vehículos VTC autorizados en Euskadi, con esta nueva legislación que aprobará el Gobierno Vasco, “si estas (nuevas) tarjetas caen en manos de alguna gran empresa que pretende operar en el ámbito que se mueve el taxi, igual decide no cogerlas y dejarlas ahí, con lo que se perderían”, ya que la Administración no atiende nuevas solicitudes.

El acuerdo se visibilizó el lunes, después de mes y medio de negociaciones entre el Gobierno Vasco con los sectores del taxi y los VTC en la misma mesa de negociación, y solo se puede entender en un escenario como el vasco, donde ambos servicios llevan años conviviendo pacíficamente y “esperemos que continúe así”, reconocían ayer Emilio Fernández, presidente de la asociación guipuzcoana del taxi, Agitax; y el portavoz de Asovas VTC.

“convivencia pacífica” desde los 80 Y es que el sector de los vehículos con conductor en Euskadi no tiene nada que ver con los de Barcelona o Madrid, según reconocía hace una semana Borja Musons, presidente de la Federación Vasca de Taxis. “Lo ha dicho el ministro Ábalos, desde que irrumpieron las plataformas (Uber y Cabify), el servicio de VTC, que ya existía de antes, ha ido mutando para convertirse en un servicio de taxi. Y el modelo en Euskadi es completamente diferente”. Y en esa diferente realidad se ha sustentado un acuerdo que en Madrid parece imposible.

De las 26 licencias VTC que operan en Gipuzkoa, por ejemplo, ocho corresponden a Suital, una cooperativa que lleva desde 1982 operando en el sector, primero del gran turismo, y luego VTC, en el que lleva tres décadas trabajando principalmente con empresas y hoteles. Clientes fijos a los que ofrecen servicios precontratados e interurbanos principalmente. A la carta. Otras 11 corresponden al grupo Vallina, que también opera con taxis, y diferencia ambos servicios; mientras el resto se reparten en cinco de otra empresa de taxi premium, Gurdia, y un par de licencias de particulares. El cupo en Gipuzkoa está completo con las citadas 26 autorizaciones, ya que no queda ninguna solicitud pendiente de resolución ni en los tribunales.

regulación para todos Pero Gipuzkoa no es una isla y las 250 solicitudes pendientes de resolver en Bizkaia y Araba podrían operar sin ningún problema en el territorio, ya que las licencias son de carácter autonómico. La nueva normativa que prepara el Gobierno Vasco, a falta de flecos por concretar, según reconocen desde el taxi y los VTC, desincentiva la utilización de las mismas por parte de las grandes plataformas al fijar una precontratación mínima con una hora de antelación,salvo excepciones que ha puesto sobre la mesa el sector VTC y que han sido entendidas por el taxi y atendidas por el Gobierno Vasco.

“Lo importante es que saliéramos todos suficientemente insatisfechos, pero no notablemente insatisfechos y creo que se ha conseguido. Aquí siempre hemos convivido con los VTC, pero dijimos que mientras el taxi sí estaba regulado, a los vehículos con conductor les falta regulación. Llevamos tiempo manteniendo reuniones con las diputaciones y con ellos mismos (Asovas VTC). Había unas pequeñas diferencias y flecos y el lunes lunes coincidimos en esos flecos, en cómo darles solución”, asegura Fernández, que lleva 16 años como taxista, justo desde que “se aprobó la ley del taxi y el reglamento en 2002”, precisa.

Guillermo Elías, por su parte, reconoce que “nosotros habríamos querido que el tiempo de precontratación fuese menor, pero son normas que vienen de la mano del Gobierno Vasco y si todo eso va a valer para que no entren Uber y Cabify de cualquier forma, no tenemos mayor problema. El problema para algunos de los actuales operadores VTC en Euskadi era que se fuese un poco más flexible en la regulación con algunas excepciones, no para hacer servicio urbano, que tenemos claro que es función del taxi, pero sí con la posibilidad de que esos clientes habituales que llamaban de inmediato en algunos casos pudiesen seguir haciéndolo. Algunas empresas que se dedican a VTC en Euskadi trabajan solo con mutuas y asistencias y necesitan un servicio de urgencia.