donostia - La llegada en los dos últimos meses de 3.204 inmigrantes a Euskadi ha puesto en alerta a las instituciones vascas, que han reforzado con 22 nuevas plazas los centros de acogida existentes en Gipuzkoa con el objetivo de mejorar su atención. Estas nuevas vacantes se han ubicado en el centro de acogida de Irun, en un espacio diferenciado al actual, e irán destinadas a mujeres, menores y colectivos de especial vulnerabilidad en tránsito.

Gracias al acuerdo alcanzado entre el Gobierno vasco, el Ayuntamiento de Irun y la Cruz Roja, Euskadi cuenta desde ayer con 235 plazas de acogida temporal de emergencia, según indicaron las tres instituciones a través de un comunicado.

Las 22 nuevas plazas se encuentran en el centro de llegadas de Irun, que elevan de este modo su capacidad de acogida hasta las 82 personas. La ciudad guipuzcoana se ha convertido en un objetivo para muchos inmigrantes procedentes del sur de la península, dada su proximidad con Francia, la meta final de la mayoría de ellos. Por este motivo, la presencia de migrantes en la zona ha aumentado notablemente en los últimos meses.

Las nuevas vacantes irán destinadas a mujeres, menores y colectivos de especial vulnerabilidad, ya que dispondrán de un espacio diferenciado al que ya ocupan en este momento los varones que se encuentran en la misma situación.

“Este recurso quiere dar respuesta a los colectivos de especial vulnerabilidad, como pueden ser las mujeres con menores a cargo, o personas enfermas o convalecientes, ofertándoles un espacio en el que gozarán de mayor seguridad y comodidad”, aseguró en la nota la viceconsejera de Políticas Sociales, Lide Amilibia.

El centro de varones de Irun se encuentra instalado en el colegio Leka Enea y tiene una capacidad de hasta 70 camas. No obstante, este centro deberá desmantelarse en cuanto comience el curso escolar, por lo que las instituciones reunidas en la mesa de Gipuzkoa trabajan ya en el estudio de alternativas para reubicar a los migrantes que llegan a Irun para continuar su viaje hacia el norte de Europa.

Detenciones en Ceuta Por otro lado, la Guardia Civil detuvo ayer a diez inmigrantes como supuestos responsables del salto a la valla de Ceuta del pasado 26 de julio. En esa ocasión, 602 inmigrantes consiguieron entrar en Ceuta tras un salto masivo que provocó heridas a 22 agentes y lesiones a un numeroso número de subsaharianos.

Entre los detenidos está el supuesto cabecilla del asalto, un togolés que ofreció “fuerte resistencia” y causó heridas leves a un agente cuando fue arrestado. Con la actuación llevada a cabo por la Guardia Civil en el CITE de Ceuta se ha puesto a disposición judicial a los presuntos responsables del salto “violento” a la valla”. Los detenidos proceden de Togo (1), Camerún (2) y de la República de Guinea (7). “El cabecilla togolés ofreció una fuerte resistencia durante la detención que causó lesiones de carácter leve a uno de los componentes del operativo”, señaló la Guardia Civil. A estos diez hombres se les imputan los presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, atentado contra agentes de la autoridad y lesiones.

La Guardia Civil señaló que en el salto los inmigrantes utilizaron “sierras radiales, cizallas y mazos para cortar los vallados de protección exterior e interior”. “Para evitar que los agentes se acercaran a la zona donde se estaba produciendo el intento de entrada irregular, estas personas lanzaron a los agentes recipientes de plástico con excrementos y cal viva y emplearon sprays a modo de lanzallamas, piedras y palos”, añade la nota.

El pasado día 22 se produjo otro salto masivo de la valla de Ceuta y un día después, el Gobierno devolvió a Marruecos a 116 inmigrantes en aplicación del Acuerdo de Readmisión de 1992 con el Reino de Marruecos.