bilbao. El dolor lumbar, del cuello y cervicales es uno de los problemas que más frecuentemente lleva a una personas a acudir al traumatólogo. Según estudios recientes, se calcula que una de cada 10 personas va a tener dolor de cuello a lo largo de su vida, con mayor o menor severidad.

Este porcentaje aumenta si se trata del grupo de población que representa la tercera edad, pues los años influyen sobremanera en la presencia de esta dolencia.

Las personas mayores cada vez son un grupo demográfico mayor en Europa, y como consecuencia de ello este tipo de dolencias se deben de tener muy en cuenta.

Es cierto que se trata de dolencias que aparecen con mayor intensidad en unos momentos concretos de la vida, pero para aquellos casos en los que habitualmente padecen este tipo de dolores de cuello no está de más realizar una serie de ejercicios con cierta continuidad.

El cuello está formado por una complicada estructura de vértebras cervicales, músculos y nervios que están en continuo movimiento a lo largo de todo el día, un trabajo que suele pasar factura con los años.

cervicalgia Tras el dolor lumbar, la cervicalgia y la dorsalgia son una de las causas más frecuentes de consulta en atención primaria. Se calcula que el 10% de la población presentará dolor cervical, y en un 25% de los casos de forma crónica y/o recidivante.

Además es origen de numerosas bajas laborales, estimándose que hasta entre un 11-14% de los trabajadores ven limitada su actividad por dolor cervical. El 1% desarrolla déficits neurológicos.

La cervicalgia es el dolor en la región cervical que puede extenderse al cuello, cabeza o a la extremidad superior y que limita los movimientos.

Según profesionales que tratan esta enfermedad, la mayor parte de los dolores cervicales están causados por patología mecánica. También es frecuente la cervicalgia postraumática secundaria a un accidente de tráfico.

factores de riesgo El dolor cervical afecta más a mujeres, tiende a aumentar con la edad y se relaciona con trabajos con alta exigencia o en los que haya que realizar un mayor esfuerzo físico (posturas forzadas, trabajos sedentarios, sobrecarga física, y movimientos repetitivos).

El ser fumador o la exposición al tabaquismo también incrementa el riesgo de cervicalgia. Además se relaciona con el estrés psíquico. Se ha observado que la personalidad neurótica y la presencia de cuadros depresivos son factores que aumentan la probabilidad de recurrencia de dolor cervical .

Por su parte, la dorsalgia es menos frecuente que el dolor en región cervical y lumbar, pero es frecuente que exista juntamente con éstos. Es importante considerar que muchos dolores dorsales son referidos, es decir, son manifestación de patología existente en órganos torácicos y abdominales.