Bilbao
AYER, la Consejera de Cultura, Blanca Urgell, afirmó en la presentación de los actos del Día Mundial del Euskera que la política lingüística de Euskadi ha sido admirada en todo el mundo y que es un modelo a seguir para otras lenguas minoritarias : "En los últimos treinta años, el porcentaje de los que saben euskera ha pasado del 20% al 37,5%. Es decir, casi se ha duplicado". Y es cierto. ¿Pero es suficiente?, ¿es éste el techo de cristal del euskera para los socialistas?, ¿se olvidan de que el euskera aún integra el Mapa Unesco de las Lenguas en Peligro y que para salir de él hace falta seguir dando pedales en la misma dirección?
El Gobierno López se presenta como abanderado del "consenso", de las conclusiones del Documento Euskara XXI y se deshace en una profusión de mensajes de apoyo al euskera. Pero sus hechos empañarían hasta la mejor campaña publicitaria del mundo. Porque ejemplos hay muchos... el último, la intención no anunciada aún del Departamento de Educación de eliminar la exigencia del PL2 al profesorado que acceda a la OPE de 1.500 plazas de junio, una medida que sigue la estela de las ya adoptadas en el sentido de rebajar las exigencias lingüísticas en la Administración. Hasta ahora el caso más sonado había sido el de Osakidetza, aunque éste se hizo público y notorio. Fue el propio consejero Bengoa quien, al acceder al cargo, dejó meridianamente claro que en las OPEs bajo su signo el euskera dejaría de ser un requisito para acceder a la plaza ya que "la interconexión profesional en España y Europa se debe enriquecer y no nos debemos encerrar en nosotros mismos debido al idioma".
La intención de llevar este planteamiento al ámbito educativo es, si cabe, mucho más grave puesto que la escuela -junto a la alfabetización de adultos- es el principal factor para que se haya duplicado el número de personas que saben euskera. En segundo lugar choca claramente con la letra del Documento Euskara XXI que los socialistas dicen defender, y que recoge literalmente: La Administración pública debe ser modélica en todo cuanto se refiera a la garantía de los derechos lingüísticos de la ciudadanía. La decisión de reabrir un debate supuestamente superado se ha topado con la oposición de las familias vascas. Ayer, la Confederación de Asociaciones de Padres y Madres de la Escuela Pública Vasca (Ehige) mandó una nota desacuerdo con dicha decisión. Recordaron que hace ya muchos años vienen planteando que todo el profesorado debe tener el perfil lingüístico adecuado (PL2) para el sistema bilingüe.
Además, reclamaron que cada centro autónomamente decida el tipo de profesorado que necesita para lograr los objetivos lingüísticos en cada etapa educativa. Y lamentaron que hasta la fecha "los centros, nuestros Consejos Escolares, no pueden decidir sobre este tema y así nos encontramos con situaciones en las que parte del profesorado enviado desde Educación no cumple con los requisitos lingüísticos que el centro ha determinado en su Proyecto Educativo". Plantearon que el profesorado de Lengua Castellana en ESO, Inglés, Pedagogía Terapéutica o refuerzo de castellano es un profesorado que según dice el propio Departamento puede realizar otras tareas como sustituciones, proyectos, tareas de dirección, relación con otros centros?"¿No necesita nivel de euskara para todo ello? ¿O es que el profesorado que imparte las mismas materias en euskara no necesita saber castellano?", se preguntaron. Cuando se habla de profesorado trilingüe este planteamiento "no es aceptable", zanjaron desde Ehige.