Rafael García, alias Rafita, quedó ayer libre de la Justicia al concluir los tres años de libertad vigilada que le impuso un juez de menores como parte de la condena a cuatro años de internamiento por participar en el asesinato en mayo de 2003 de Sandra Palo, la menor de la localidad madrileña de Getafe que fue raptada, violada y asesinada en 2003. Por otra parte, la Comunidad de Madrid exige que no se borren los antecedentes penales de condenados como El Rafita.