Es ya un clamor que los controles que establece la ley para los espías del Centro Nacional de Inteligencia no son suficientes: basta con que el Tribunal Supremo autorice las escuchas con carácter previo pero, a partir de ahí, los espías tienen barra libre y no se fiscaliza cómo las llevan a cabo ni con qué intensidad se entrometen en la privacidad de los investigados. Tras el escándalo del espionaje al soberanismo catalán con un programa Pegasus que permite activar la cámara y el micro de un teléfono móvil y grabar toda clase de situaciones, incluso personales, el debate se sitúa ahora en reforzar los controles. El Defensor del Pueblo apuntó este miércoles en ese sentido. Y el PNV se había anticipado el martes tomando la iniciativa y registrando una proposición de ley de reforma que el presidente español, Pedro Sánchez, se declara ya abierto a negociar ahora que la polémica parece ya insostenible.

El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, aprovechó el pleno de control para preguntar a Sánchez si la Guardia Civil y la Policía española tienen el programa Pegasus, una manera sibilina de preguntar si pueden estar actuando de manera incontrolada y al margen del CNI. Sánchez se limitó a negarlo de manera lacónica porque así lo dijo el Ministerio del Interior. Pero, después de que Esteban lo apretara en su réplica y le pidiera que se asegure “por el bien de la democracia” y que vote a favor de la propuesta de reforma del CNI de su grupo, se abrió a negociarla. Eso sí, en un juego de equilibrios internos con estos aparatos, quiso deshacerse en elogios hacia los aparatos del Estado.

“Le diré que me preocupo por que puedan producirse escuchas sin permiso judicial. Toda mi empatía para los que hayan podido sufrir escuchas sin permisos judiciales. Lo que yo le puedo garantizar es que el Gobierno de España no tiene nada que esconder, y tiene absoluta confianza en las fuerzas de seguridad, el examen del CNI, y en su plan normativo aparece una modificación de la Ley de Secretos Oficiales. Y el Gobierno está dispuesto a escuchar propuestas, por ejemplo, la que usted ha planteado, que refuerza la confianza, una confianza que no pone en duda el Gobierno de España en el trabajo del CNI”, aclaró.

Y añadió: “No queremos que utilicen las instituciones los mangantes (en alusión al PP), y no queremos que se vuelvan a utilizar las fuerzas de seguridad con fines partidistas, espurios, para obstaculizar a la justicia o perseguir a los adversarios políticos de manera ilegal. Eso no ocurre con este Gobierno”. También se proclamó a sí mismo como víctima de espionaje, lo que provocó quejas.

OTRAS PROPUESTAS DEL PNV PARALIZADAS

Está por ver en qué se traduce ahora la disposición de Sánchez. El PNV se está destacando por llevar al Congreso varias iniciativas para reformar la Ley de Secretos Oficiales o la Ley Mordaza, pero han estado paralizadas durante meses o años, y el PSOE ha tenido responsabilidad en ello.

El PNV plantea que el control al CNI no solo sea previo, sino que los magistrados del Supremo deberán ser informados por la dirección de los servicios secretos del grado de ejecución de cada autorización para asegurarse de que cumplen los criterios de proporcionalidad. Además, pide que la Secretaría de Estado de la Dirección del CNI sea nombrada por el presidente del Gobierno español para que sea el responsable directo máximo a nivel político. La comisión de gastos reservados podrá conocer los medios a través de los cuales se producen esas intervenciones con autorización judicial si se aprueba la propuesta jeltzale.

EL GUARDIA CIVIL QUE TUITEÓ DETENCIONES

Esteban pidió a Sánchez que se asegure de que sus policías no espían “por el bien de su gobierno y de la democracia”: “Y que, en caso de descubrir algo, ustedes que hacen gala de la transparencia, lo comuniquen; y que, además de reformar la Ley de Secretos Oficiales, vote a favor de la ley del control judicial del CNI”. Recordó la policía patriótica o al teniente coronel de la Guardia Civil Daniel Baena, encargado del procés, y que con el alias Tácito adelantaba detenciones en Twitter.