Esan, la segunda central sindical con mayor apoyo dentro de la Ertzaintza, denunció ayer un ataque con pintadas en su sede de Barakaldo. En ellas se pueden leer nuevamente términos que se utilizaban en épocas pasadas desde determinados ámbitos de la izquierda abetzale para referirse de manera despectiva a los agentes, como “zipaioak”, se los tilda de “hiltzaileak”, y se los acusa en concreto de haber matado a Iñigo Cabacas, el joven hincha del Athletic fallecido tras haber recibido el impacto de una pelota de goma; Kontxi Sanchiz, muerta tras sentirse indispuesta en una manifestación en 2004 en Hernani; y Rosa Zarra, fallecida en 1995 días después de unos incidentes en una marcha en Donostia.

En las pintadas se podía leer cómo se señala a este sindicato con las frases “Esan ordainduko duzue” (Esan, lo pagaréis) y “herriak ez du barkatuko” (el pueblo no perdonará). Esan atribuye lo sucedido a la polémica desatada después de que EITB situara como causa de la muerte de Zarra un pelotazo de la Ertzaintza. Esan pidió rectificar porque “quedó demostrado en sede judicial que el fallecimiento se produjo por causas naturales”. ETB rectificó, pero Bildu lo llevará al consejo del ente. “Somos los mismos que no reculamos cuando nos pegaban un tiro en la nuca”, respondió Esan, que denunció las amenazas “mafiosas”.