La renovación de los órganos constitucionales, excepto el CGPJ, gracias al acuerdo alcanzado por el PSOE y el PP fue de todo menos plácida. En el pleno definitivo en el Congreso, celebrado el pasado 11 de noviembre, se produjo una decena de fugas en los votos de estas dos formaciones y de Unidas Podemos a los candidatos a ocupar un puesto en el Tribunal Constitucional y el Tribunal de Cuentas, con casos sonados como el del socialista Odón Elorza y la popular Cayetana Álvarez de Toledo.

Al mismo tiempo, se produjo una ruptura en la denominada mayoría de la investidura, ya que los socios naturales de Pedro Sánchez en esta legislatura expresaron un rechazo rotundo a este acuerdo, personificado sobre todo en los candidatos propuestos por el PP para ocupar un puesto en el TC, Enrique Arnaldo y Concepción Espejel, ambos con un largo historial de afinidad con los populares, no exento de coqueteos con casos de corrupción. Más de un mes después de aquella sesión plenaria, el presidente español deberá pronunciarse hoy sobre esta renovación a preguntas del PNV.

Será el portavoz del Grupo Vasco, Aitor Esteban, el que subirá a la tribuna durante la sesión de control para trasladarle la siguiente cuestión: “¿Ha quedado usted satisfecho con la renovación de los órganos constitucionales?”. Se da además la circunstancia de que será la última pregunta que la formación jeltzale podrá hacer a Sánchez en el presente periodo de sesiones.

Votar con una pinza

El acuerdo de socialistas y populares también incluyó la renovación de la Agencia de Protección de Datos y el Defensor del Pueblo, este último en la figura del exportavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo. Hasta la fecha, Sánchez ha asegurado que el controvertido perfil de los aspirantes designados por el PP era un mal menor, asumible si se atendía al objetivo de desbloquear estos órganos. También ha señalado que el PSOE se responsabiliza tan solo de sus candidatos. Durante todo este proceso, que incluyó la comparecencia de Arnaldo y Espejel en el Congreso para defender su nombramiento, se impuso además la expresión de votar con una pinza, dado el trágala que suponía para los diputados, algunos de los cuales rompieron la disciplina de su partido.

Enrique Arnaldo, de claro perfil ultraconservador, ya ha sido designado como ponente del recurso sobre la Ley del Aborto. Más aún, junto con Espejel, han sido recusados en la causa del 1-O por el expresident Carles Puigdemont y el resto de líderes independentistas huidos al poner en cuestión su “apariencia de imparcialidad”.