En su comparecencia ante la Comisión Consultiva de Nombramientos del Congreso, los dos aspirantes al Tribunal Constitucional propuestos por el PP, Consuelo Espejel y Enrique Arnaldo, trataron de sacudirse la polémica de las semanas previas y defendieron contra viento y marea su idoneidad para el cargo. Espejel no eludió el controvertido acto de 2014 en el que la entonces secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se refirió a ella como “querida Concha”, y explicó que fue el presidente del Consejo de la Abogacía el que la llamó así al inicio del acto.

A su juicio, esa forma coloquial de referirse a ella “no tiene ninguna incidencia” y tampoco “demuestra ningún tipo de amistad íntima” que, según dijo, no tiene con Cospedal. Así, la magistrada lamentó ante el Pleno la utilización de esa frase para hacer una “campaña de desprestigio” en su contra. “Es muy fácil montar una campaña desde un sector de los medios de comunicación, porque por naturaleza los magistrados tenemos poco contacto y no debemos entrar en discusiones a nivel mediático”, denunció.

Espejel negó que tenga afinidad con la formación que lidera Pablo Casado y aseguró que no fue recusada como parte del tribunal que juzgó el caso Gürtel por su “proximidad” con los populares, sino que fue “exclusivamente por haber sido nombrada vocal” del CGPJ a propuesta del PP.

Menos polémicas fueron las intervenciones de los candidatos del PSOE, el magistrado de la Audiencia Nacional Juan Ramón Sáez y la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía Inmaculada Montalbán. Sin embargo, todas las miradas se fijaron en el primero en comparecer, Enrique Arnaldo, que dejó claro que nunca ha militado en un partido. Admitió que ha acudido a debates y foros de la fundación FAES, pero también a otros de distinto signo y siempre sobre asuntos técnico-jurídicos. Sobre el hecho de haber sido imputado en el caso Palma Arena, indicó que ya fue exonerado “y como tal” le gustaría ser tratado. Negó por último que sea beligerante contra el Gobierno de Sánchez y se definió como una persona “templada y prudente”.