El 18 de octubre de 2021 también quedará marcado en la agenda de la política vasca. EH Bildu, a través de su coordinador general, Arnaldo Otegi, reconoció que el dolor causado por ETA "nunca" debió ocurrir. Lo hizo a través de una declaración solemne junto al secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, en el donostiarra Palacio de Aiete, mismo escenario donde hace diez años se celebró la Conferencia previa al anuncio del fin de la violencia de la banda. En el comunicado, de cinco puntos, se hace referencia expresa a las víctimas, asegurando que "transitar hacia una paz justa y duradera" necesita del reconocimiento y reparación de "todas" ellas, y se añade una "mención específica" a las causadas por ETA, a las que la izquierda abertzale "traslada su pesar y dolor por el sufrimiento padecido". "Sentimos su dolor y desde ese sentimiento sincero afirmamos que el mismo nunca debió haberse producido, a nadie puede satisfacer que todo aquello sucediera, ni que se hubiera prolongado tanto en el tiempo. Debíamos haber logrado llegar antes a Aiete", sostiene la declaración.

En su lectura, Otegi precisó que "desgraciadamente, el pasado no tiene remedio", por lo que nada de lo que digan "puede deshacer el daño causado". "Pero estamos convencidos de que es posible al menos aliviarlo desde el respeto, la consideración y la memoria. Queremos decirles de corazón que sentimos enormemente su sufrimiento y nos comprometemos a tratar de mitigarlo en la medida de nuestras posibilidades. Siempre nos encontrarán dispuestos a ello", prometió el líder de EH Bildu. Asimismo, se recoge que en el abandono de la violencia "no había trampa" ni "ningún cálculo táctico". En este contexto, la declaración remarca que "el compromiso con vías exclusivamente pacíficas y democráticas por parte del independentismo de izquierdas respondía y responde a profundas convicciones éticas y políticas. Es una decisión inamovible y para siempre".

El primer punto de la declaración subraya el "cumplimiento íntegro" del compromiso anunciado por ETA el 20 de octubre de 2011 e incide en que el fin de la actividad de la banda armada ha sido "total y completo", valorando también "la unanimidad" con la que ETA tomó sus decisiones, "lo que ha evitado a posteriori problemas graves como los que se han producido en otros procesos de similares características". "Aquellos que apostaron de manera decidida, valiente y arriesgada por las vías exclusivamente pacíficas han cosechado un éxito rotundo e incontestable y demostraron un sólido liderazgo", se afirma. En la declaración leída. Otegi reclamó una "solución a la cuestión de los presos", un reto que pasa a su juicio por poner fin a la política penitenciaria "de excepción y por darle una solución integral". Además, reivindicó "el papel activo, decidido y decisivo de los presos" de ETA "en la superación de la estrategia armada" así como su "compromiso" con las vías pacíficas y democráticas. "Sin ellos no hubiera sido posible", zanjó, y aludió al compromiso de la izquierda abertzale con la "defensa del diálogo, la negociación y el acuerdo" como "método más eficaz y democrático para dirimir y solucionar las diferencias políticas". En el epílogo de la declaración se recuerda que "sigue" habiendo una "asignatura pendiente" con la resolución de las "causas del conflicto" que es lo que denominan el "problema nacional".

En su primera reacción, el lehendakari Iñigo Urkullu agradeció "el paso adelante, positivo y necesario" y el hecho de haber "mostrado su cercanía a las víctimas". Sin embargo, apostilló que "no han realizado ninguna valoración sobre la violencia que generó el dolor de las víctimas y la sociedad, y también esto es necesario". "Diez años después de Aiete, de una pista de aterrizaje que tuvo sus claroscuros, tal como ocurrió entonces, se da ahora una nueva pista de aterrizaje que no es necesaria. Y menos todavía para realizar una declaración de cinco puntos que termina como termina, diciendo que seguimos teniendo una asignatura pendiente con la resolución de las causas del conflicto", afeó.

PNV: un paso "corto" El PNV valoró "positivamente" este avance pero aprecia que existen aún "omisiones en aspectos clave" donde EH Bildu "y el mundo que dio cobertura a la organización armada aún tienen un trecho ético y político que recorrer". Con todo, en un comunicado de cinco puntos, los jeltzales señalaron que las palabras de Otegi incorporan "aportaciones positivas para la construcción de una nueva convivencia y para la necesaria reparación de las víctimas de ETA". "Confiamos en que sus próximas actuaciones estén en consonancia", apuntó la formación nacionalista. Ahora bien, lamentaron que la izquierda abertzale "se resista, una vez más, a decir algo tan sencillo como que el daño causado por ETA y el mundo que le dio cobertura durante décadas fue injusto". Por tanto, los jeltzales creen que estamos ante "un paso corto o insuficiente, más aún si tenemos en cuenta que han tenido diez años para darlo".

Desde el PSOE, su secretario de Memoria Democrática y exlehendakari, Patxi López, puso en valor las palabras de la izquierda abertzale en tanto que "hay una especie de enmienda a su papel en el pasado como sostenedor", destacando el hecho de que "por primera vez" haya un reconocimiento público de que la violencia ejercida por ETA fue un "error". "Valoramos que reconozcan ese sufrimiento por tantos años de terrorismo y se comprometan a mitigarlo", resaltó López, y más "cuando uno sabe lo que cuesta dar un paso en ese mundo. Por su parte, la secretaria general de Unidas Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, celebró el "paso sin precedentes" dado por Bildu al "poner en el centro el dolor a las víctimas de ETA", lo que permite avanzar en el camino de la "paz y diálogo", un gesto que es de "justicia" que "todos los demócratas reconozcan". El exlíder morado, Pablo Iglesias, se pronunció en esa línea. Mientras, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, acogió la declaración como de "enorme relevancia y responsabilidad".

Nada que ver con la visión que mantiene el PP. Con dureza se expresó el presidente de los populares en la CAV, Carlos Iturgaiz, quien cree que "lo de Otegi es una broma macabra" al decir que "tratará de mitigar el dolor de las víctimas" cuando "no conjuga la palabra condena, justifica a ETA y organiza vomitivos ongietorris a los etarras desde Bildu". "No la condenará nunca por haber sido miembro de ETA. Se ríe de las víctimas", afirmó. El presidente del PP, Pablo Casado, agregó que Bildu "debe colaborar para resolver 300 asesinatos. Otegi no es hombre de paz sino un terrorista, y ETA fue derrotada policial y judicialmente, no por cesiones de Zapatero".

18 de octubre

Declaración

Aiete. Con motivo del X aniversario de la Conferencia Internacional de Aiete y el fin de la violencia armada de ETA, la izquierda independentista vasca quiere compartir con el conjunto de la sociedad vasca, española y francesa, así como con la opinión pública internacional, las siguientes reflexiones:

1. Transcurridos diez años desde que ETA anunciase el fin de la violencia, no podemos sino constatar el cumplimiento íntegro de dicho compromiso. El fin de su actividad ha sido total y completo. Además ha procedido de manera satisfactoria, tal y como estipulan los estándares internacionales, a su desarme y posterior desaparición.

Estos procesos son siempre complejos, debemos poner en valor la unanimidad con que ETA tomó sus decisiones, lo que ha evitado a posteriori problemas graves como los que se han producido en otros procesos de similares características.

Aquellos que apostaron de manera decidida, valiente y arriesgada por las vías exclusivamente pacíficas han cosechado un éxito rotundo e incontestable. Demostraron un sólido liderazgo. En todo caso, el éxito corresponde, qué duda cabe, al conjunto del pueblo vasco.

2. No había trampa, no se trataba de ningún cálculo táctico. El tiempo transcurrido pone de manifiesto el inequívoco carácter estratégico de la decisión adoptada. El compromiso con vías exclusivamente pacíficas y democráticas por parte del independentismo de izquierdas respondía y responde a profundas convicciones éticas y políticas. Es una decisión inamovible y para siempre.

La izquierda independentista ha acreditado la sinceridad de su apuesta y el cumplimiento de la palabra dada.

3. Transitar hacia una paz justa y duradera necesita del reconocimiento y reparación de todas, absolutamente todas las víctimas. No nos olvidamos de ninguna de ellas.

Hoy queremos hacer una mención específica a las víctimas causadas por la violencia de ETA. Queremos trasladarles nuestro pesar y dolor por el sufrimiento padecido. Sentimos su dolor, y desde ese sentimiento sincero afirmamos que el mismo nunca debió haberse producido, a nadie puede satisfacer que todo aquello sucediera, ni que se hubiera prolongado tanto en el tiempo. Debíamos haber logrado llegar antes a Aiete.

Desgraciadamente, el pasado no tiene remedio, nada de lo que digamos puede deshacer el daño causado, pero estamos convencidos de que es posible al menos aliviarlo desde el respeto, la consideración y la memoria. Queremos decirles de corazón que sentimos enormemente su sufrimiento y nos comprometemos a tratar de mitigarlo en la medida de nuestras posibilidades. Siempre nos encontrarán dispuestos a ello.

4. La experiencia internacional nos demuestra, la declaración de Aiete así lo recogía, que es necesario dar una solución a la cuestión de los presos y las presas políticas. Es un reto ineludible para todos, que pasa necesariamente por poner fin a la política penitenciaria de excepción y por darle una solución integral. Queremos reivindicar el papel activo, decidido y decisivo de los presos en la superación de la estrategia armada y su definitivo compromiso con las vías pacíficas y democráticas. Sin ellos y ellas no hubiera sido posible.

5. Nos reafirmamos en el compromiso con la defensa del diálogo, la negociación y el acuerdo como método más eficaz y democrático para dirimir y solucionar las diferencias políticas.

Seguimos teniendo una asignatura pendiente con la resolución de las causas del conflicto. Resulta imperativa la resolución democrática de este problema nacional. Somos un pueblo, una nación, que como tal debe de ser respetada y reconocida. El respeto a nuestra identidad nacional es el primer y necesario paso para construir un futuro diferente en el que las decisiones correspondan a la ciudadanía de nuestro pueblo.