Durante largos meses Salvador Illa y Fernando Simón se convirtieron en comensales de excepción en las mesas de una inmensa mayoría de población que se sobreponía a la rutina del confinamiento, la desescalada y una nueva normalidad. Demasiadas veces para trasladar malas noticias. El exministro rememora aquellos días de difícil gestión social e institucional.

¿Recuerda dónde estaba exactamente hace un año?

—Hace un año por estas fechas estábamos siguiendo los brotes que había en la zona de Lleida y Bajo Aragón. Empezábamos a ver casos en la zona de Hospitalet.

También entonces se empezaba a divisar algo de luz en el largo túnel de la pandemia. ¿Le preocupa el repunte actual?

—Me preocupa pero desde otra perspectiva. El 44% de la población ha recibido ya la vacunación completa, más de 20 millones de personas. Y el 54% tiene como mínimo la primera dosis. Es una diferencia muy notable respecto a aquel momento y se refleja en los datos de los ingresos hospitalarios, las UCIs, la letalidad... No obstante, hay que trasladar todavía un mensaje de mucha prudencia a las franjas de población, a los jóvenes, que no se han vacunado, aunque sean colectivos menos vulnerables.

¿Cómo resumiría el duro proceso de la crisis sanitaria que vivió aún como ministro de Sanidad?

—Es una experiencia que no se me olvidará jamás. Ha tenido momentos muy duros, otros más reconfortantes viendo cómo nos sobreponemos como colectivo social e institucional. Con el equipo del ministerio de Sanidad es algo que me unirá de por vida, también con los compañeros ministros y con el presidente Sánchez. Ha sido y es muy duro para todos. Pero nuestro sistema de gobernanza y sanitario, los profesionales, han dado una respuesta que el tiempo les pondrá en posición de justicia.

¿Qué receptividad y relación ha existido con el Gobierno vasco? Discrepancias las ha habido en el método de cogobernanza y en las Interterritoriales.

—Fue una sintonía muy buena. Con todos, con el Gobierno vasco, las consejeras Nekane Murga y Gotzone Sagardui, el lehendakari Urkullu, los representantes del PNV en el Congreso... El Gobierno de Urkullu ha querido siempre defender los intereses de los ciudadanos vascos y lo ha hecho desde el respeto y la lealtad. Recuerdo cuando faltaban mascarillas que el lehendakari habló conmigo y me dijo: lo que haga falta, aquí estamos nosotros. Igual con los respiradores. Siempre han estado a la altura, defendiendo lo suyo. La apuesta por la cogobernanza es una lección sobre la que hay que profundizar para entender nuestra propuesta de lo que queremos que sea el Estado español.

¿Qué le diría a quienes le acusaron de emprender a Catalunya un viaje de ida y vuelta y le tacharon de “paracaidista”?

—Es mucho pedir pero me conformaría que tuvieran el coraje de rectificar. Por lo que dijeron respecto a la vacunación como de mis decisiones. Me siento un servidor público, parte del proyecto colectivo que me comprometí a impulsar, el PSC.

“El repunte me preocupa pero con otra perspectiva gracias a la vacunación; eso sí, hay que trasladar aún un mensaje de prudencia”

“La cogobernanza es una lección en la que se puede profundizar y que permite entender la propuesta de nuestro modelo de Estado”