Seis nombres, seis reflexiones estructuradas sobre los indultos. Una decisión acertada para el doctor en Derecho Miguel Izu. Un mal menor para el catedrático Joxerramon Bengoetxea. Un primer paso según la profesora Mariola Urrea. Una vuelta a la política para el profesor Eneko Etxebarria. Una decisión del Gobierno, dentro de sus atribuciones, para el catedrático Xabier Arbós. Y una solución desde el punto de vista humano, para la profesora Mar Aguilera, a falta de momento de medidas estructurales. Desarrollamos aquí sus respectivas posiciones, pero fijamos en este bloque introductorio cuatro de las claves expuestas.

La clave de la distensión

"Si el Gobierno del Estado, creo que respaldado por la opinión internacional y sobre todo europea, se lanza por la vía de los indultos, posiblemente contribuya al menos en un sector importante del soberanismo a entablar un nuevo clima de diálogo y de distensión a corto plazo". El análisis del catedrático de la UPV/EHU Joxerramon Bengoetxea incide en que "las causas que llevaron al procés siguen estando ahí, y el principio de poder decidir libremente el propio futuro político. Mientras no se resuelva eso en el sistema constitucional español no va a haber una salida razonable a medio plazo al problema".

La clave democrática

"Según Civio, desde 1996 ha habido 10.622 indultos", subraya la profesora Mar Aguilera, que recuerda que se ha indultado a personas que han "cometido golpes de Estado y terrorismo de Estado".

Aguilera subraya que "la situación de un líder afecta a todos los que le votaron", y habla del chilling effect: "Tras la era McCarthy, la Corte Suprema de Estados Unidos dijo que la limitación de la libertad de expresión o del derecho de manifestación genera el chilling effect, en el que se menoscaban derechos políticos de protesta a toda la comunidad", con la idea de no hagan este tipo de política porque pueden acabar mal".

La clave de la oportunidad

El también profesor de la UPV/EHU Eneko Etxeberria valora la decisión del presidente del Gobierno español. "Es un paso de gigante y de una gran valentía política". Cree que "se nos hace difícil ponernos en la cabeza de Pedro Sánchez, que vive en Madrid, donde hace tres años se reivindicaba no solo el encarcelamiento, sino medidas muchísimo más duras para el independentismo catalán, de un nacionalismo español rancio y centralizador".

Etxeberria avisa de que "la derecha llegará, en la próxima legislatura o en la siguiente, y la ventana de oportunidad se abre ahora para llegar a unos acuerdos que hace poco tiempo eran imposibles". Cree que se van a superar ciertas cuestiones que quedaron atrancadas en el Estatut de 2006, "por supuesto reconociendo que Catalunya es una nación y sus derechos históricos". Etxeberria piensa que con el Estatuto de Gernika "pendiente", el nacionalismo vasco "se va a sumar a los logros o resultados de la negociación catalana".

La clave generacional

Mariola Urrea, profesora de Derecho Internacional y analista política, habla de un "gran reto" generacional. "Encontrar, cuarenta años después de la Constitución y con un Título Octavo muy desgastado, un nuevo acuerdo útil para una concepción territorial descentralizada de España". Según Urrea, la "lógica de negociación y futuro acuerdo exigirá generosidad y aceptar que nadie va a poder obtener el máximo de las pretensiones con las que se sienten a la mesa, por lo que habrá que hablar también de cesión, para lograr un acuerdo que ensanche y acoja a una mayoría superior a cada una de las partes representan". Esta investigadora de Globernance entiende que se abre un horizonte esperanzador, aunque "hay que ser realista, no será sencillo, y por supuesto de final incierto".

Mariola Urrea - Profesora de derecho en la Universidad de La Rioja

"Suponen un primer paso, que desescala la lógica del conflicto"

"Es muy importante que observemos el reconocimiento de unos indultos en un plano más amplio, el de la necesidad de resolver un problema que podríamos definir como el de reencaje de Catalunya en España. Desde esa perspectiva se entiende mejor la oportunidad que tiene el Gobierno y en definitiva el Estado, de ofrecer una medida de gracia que alivie una situación personal individualizada, pero que conecta con unos referentes para una parte muy significativa de la sociedad catalana, que confió en las ideas que esas personas impulsaron y en lo que esas mismas personas representan para Catalunya.

Volviendo al problema fundamental, que es el de reencaje de Catalunya, creo que los indultos suponen un primer paso, que desescala las condiciones de la lógica de conflicto que ha articulado las relaciones en los últimos años, que por cierto no han dado ningún fruto ni a un lado ni al otro. Las últimas elecciones en Catalunya describen perfectamente que las ideas independentistas siguen apoyándose por un número muy significativo de personas, a la par que también es evidente que las urnas demuestran que la vía de la ruptura y la unilateralidad tampoco tienen una legitimidad suficiente para poder llevar a término ningún proyecto de estas características. Aceptando que la lógica del conflicto no conduce a ninguna de las partes a ninguna solución, vale la pena explorar la lógica del diálogo y de la negociación, que puede conducir al acuerdo en un futuro más o menos cercano.

Creo que los indultos dan por concluida una etapa, e inauguran una nueva que desde luego no será sencilla, incorporará muchas incógnitas y no faltarán problemas, porque también hay muchas personas interesadas en que esta lógica fracase, pero que vale la pena experimentar. Un Gobierno de una democracia sólida, robusta como España creo que tiene la obligación de explorar, y creo que este es el gran reto que tiene el presidente del Gobierno, y la generación a la que pertenece; por cierto, también el rey de España".

Xavier Arbós - Catedrático de derecho constitucional en la UB

"No interfieren en la administración de Justicia"

"El indulto forma parte de las atribuciones del Gobierno. Ese es el punto de partida. No es una corrección a una sentencia, por lo tanto no interfiere en la administración de Justicia. Un juez no tiene la facultad de oponerse a un indulto considerando que contradice una sentencia judicial. La separación de poderes tal como está deja al indulto en el ámbito de una decisión del Gobierno. Esas atribuciones del Gobierno tienen que ser respetadas, por el mismo principio de separación de poderes por el cual rechazamos que el Gobierno pueda intervenir en la redacción y decisión judicial.

Ahora bien, desde 2013 hay una exigencia que deriva de una sentencia sobre un recurso contra la concesión de un indulto, y desde entonces está establecido que los indultos tienen que ser motivados. Esta motivación la tiene que expresar el Gobierno. Otra cosa es que pueda resultar más o menos convincente al Tribunal que tenga que resolverlo, pero para mí eso es irrelevante, porque lo que se pide es una resolución motivada. Ese es el primer matiz.

El segundo tiene que ver con la posibilidad de que en este caso el Tribunal Supremo pueda llegar a pronunciarse sobre el indulto, y eso depende de que se recurra. Ahí es donde empiezan las dudas y las dificultades. En cuanto a quién puede recurrir el decreto de indulto a los líderes del procés aquí hay dudas entre los juristas. La pregunta es quién puede esgrimir un interés legítimo para presentar el recurso. Un indicio que tenemos es que el Tribunal sentenciador rechazó un informe de Vox, pero eso no significa que como acusación popular que fue, el Tribunal que resuelva el recurso que se presente contra el indulto, que será otro órgano, no pueda tener un criterio distinto, considerando que Vox puede esgrimir un interés legítimo, como parte que fue en el proceso al que viene a referirse este indulto, o incluso alcanzar al propio Partido Popular, esgrimiendo como interés legítimo el de la representación que tiene de una parte de la ciudadanía española. En definitiva, en este punto observo un debate jurídico que está muy abierto".

Eneko Etxeberria - Profesor de derecho procesal en la UPV/EHU

"En estos momentos hay una vuelta a la política"

"El Gobierno puede indultar a las personas condenadas alegando equidad, utilidad pública o justicia. Creo que el escenario está pasando de lo estrictamente técnico judicial, a una batalla política en la que hay dos torres en un combate singular, el Supremo, y el Gobierno de España. Los jueces hacen política con sus sentencias. Evidentemente la separación de poderes prohíbe a los jueces hacerlo, pero en su momento la solución al problema catalán fue articulada en este juicio y otros innumerables contra los dirigentes catalanes e infinidad de personas del independentismo. En vez de una solución política se apostó por lo judicial y en estos momentos hay una vuelta a un círculo que no se cierra, pero que se aproxima a la mesa política. El Gobierno toma una decisión política para abrir un escenario que creo que va a rebajar muchísimo la tensión política, y se va a poder, se supone, alcanzar algún tipo de consenso.

Creo que para el independentismo catalán, como para el nacionalismo vasco, hay una ventana de oportunidad con el Gobierno de Pedro Sánchez, aunque no se sepa hasta dónde va a llegar dicha oportunidad. Es difícil desmontar posiciones muy radicales de hace pocos años y decir que aquello que valía el 1 de octubre ahora no vale, que la vía unilateral de entonces ahora no es la prioridad, sino que hay que negociar, lo que significa ceder. Es complicado darle ese cambio argumental a la política cuando hay mucha tensión; nosotros los vascos lo conocemos. Una vez activada la calle, con detenidos, gente imputada, embargada y protestando es muy difícil darle la vuelta, pero yo creo que en el fondo se va intentar llegar a algún tipo de acuerdo por lo que respecta al Gobierno de Pedro Sánchez. También el independentismo catalán tiene en frente una situación en la que tarde o temprano llegará la derecha con un planteamiento centralizador brutal. En ese plano se va a jugar la partida".

Mar Aguilera - Profesora de derecho constitucional en la UB

"Sería necesario reformar el Código Penal"

"Los indultos tienen la ventaja de que son inmediatos, son fáciles de otorgar, no hace falta que se apruebe una ley... es un instrumento que puede dar una respuesta bastante rápida a una situación como en la que estamos encallados. Además, ofrecen una solución desde el punto de vista humano para unas personas que están en la cárcel.

Hay otras soluciones que quizás serían más adecuadas a nivel estructural, pero a nivel personal me parece una solución rápida. Una solución con más trayectoria o más sólida como una ley de amnistía, que es lo que quiere una parte importante de la sociedad catalana, da una respuesta más general. Te basas en los hechos y no en las personas. En el indulto los antecedentes quedan ahí, el crimen queda reconocido, mientras que en la amnistía se borran unos hechos, por lo tanto, se puede dar respuesta a muchas más personas. Por ejemplo, Òmnium Cultural dice que hay 3.000 personas represaliadas a raíz del procés.

Aparte de indultos o amnistías, sería necesario reformar el Código Penal, clarificar mejor el delito de sedición, quitar los delitos de injurias a la corona o los insultos a los sentimientos religiosos, etcétera. Es decir, equiparar el Código Penal español con el resto de códigos penales europeos. Porque si no, dentro de diez años podemos tener a diez personas más para amnistiar o indultar. Es un tema estructural.

Amnistía Internacional, muchos entes internacionales, o comités de Derechos Humanos de Naciones Unidas han considerado desproporcionada la pena impuesta en el juicio del procés. También el Consejo de Europa se está pronunciando en esta dirección. Falta que lleguen las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, y no puede ser que vayan en una dirección y que estas personas sigan en la cárcel. Por lo tanto, estos indultos, no solo desde un punto de vista humano y jurídico, sino también desde un punto de vista de estrategia política, convienen a todo el mundo ahora mismo".

Miguel Izu - Doctor en Derecho y licenciado en Ciencias Políticas

"Creo acertado y prudente tratar de no empeorar la situación"

"El debate sobre los indultos se produce por un hecho muy puntual, pero debería haberse dado antes y con un carácter más general sobre si todavía en estos tiempos se puede mantener en la Constitución española el indulto como una prerrogativa real, el derecho de gracia, que se llamaba antiguamente. Y más cuando lo tenemos regulado por una ley de 1870 que por cierto, cuando se publicó se titulaba provisional.

Creo que la institución del indulto ha quedado un tanto obsoleta, que necesitaría una adecuación a estos tiempos, pero que por lo visto ningún gobierno ha tenido prisa por actualizar, y de la que se ha hecho un uso a mi parecer excesivo.

Dicho esto, ahora sale el debate por el indulto anunciado a los presos catalanes del proceso de independencia. Creo que si debe mantenerse la institución en el futuro, desde luego con otra regulación, es precisamente para intentar solucionar situaciones como esta, donde la aplicación de la ley por el poder judicial a veces genera mayores perjuicios que los que se pretendían remediar.

El indulto se ha utilizado en casos como este donde hay sentencias de trascendencia política. Me parece en este caso acertado y prudente tratar de no empeorar la situación en Catalunya, con el indulto de los presos en las condiciones que el Gobierno estime oportunas.

Que se rasguen las vestiduras políticos y partidos que han concedido indultos en situaciones no diré que parecidas, pero desde luego graves y también con trascendencia política, me parece bastante hipócrita. Es un debate muy candente pero creo que de aquí a un año ya ni nos acordaremos. Es el típico todo vale contra el Gobierno, pero es un tema que se va a agotar enseguida.

Cuestión aparte: una de las cuestiones políticas principales que hay que resolver en este país es el problema del encaje de Catalunya y por extensión una reforma del Estado autonómico que lo haga más adaptado a las circunstancias de hoy, porque se ha quedado ya un poco viejo. La Constitución ya tiene 42 años y el tiempo no ha pasado en balde".

Joxerramon Bengoetxea - Catedrático de Derecho de la UPV/EHU

"Son un mal menor, no se debería haber llegado a este punto"

"Los indultos son un mal menor, con toda la complicación que suponen por la dificultad en la que está sumergida la política española, sobre todo por parte de la estrategia de la derecha, de ataque constante. Pienso que no se debería haber llegado a este punto, porque no se tendrían que haber producido los procesos. No tendría que haberse judicializado el problema, sino habérsele dado una salida política.

Intentemos que el problema sea resuelto de una manera lo menos dañina posible, para corregir un daño que ya está hecho en gran parte, el de la judicialización, el proceso y la condena, que creo que incluso dentro de los parámetros de la legalidad constitucional española es cuestionable. Desde la decisión judicial y la prueba jurídica esa condena es defectuosa, y supone además una vulneración clara de los derechos fundamentales. Sobre todo de libertad de participación, del principio de democracia de los condenados.

Dicho esto, tampoco considero que todo lo que supuso el procés fuera necesariamente legítimo en el sentido democrático, porque creo que no había una suficiente mayoría para lanzarse de la forma que se hizo. Pero posiblemente se hizo para demostrar que no había otra forma de avanzar en la reivindicación del derecho a decidir. Por lo tanto posiblemente se forzó una respuesta y se tuvo que pagar.

Es difícil saber exactamente cuáles serán los resultados de la aplicación de los indultos. Desde luego, para las personas implicadas será corregir una situación injusta en la que se encuentran. Podría haberse corregido de otras formas, pero esta es una manera de hacerlo. Anticipar los efectos a largo plazo es difícil. Creo que por lo menos puede producirse una distensión. Desde luego con la derecha nacionalista española es muy difícil que se produzca. Aunque no hubiera indultos tampoco se habría producido ningún tipo de distensión. Desde ese punto de vista no creo que sea un factor sobre el que haya que preocuparse, porque nunca va a contribuir a distendir".