El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, esquivó la polémica por el apoyo de EH Bildu a los Presupuestos e incidió en que las cuentas superaron el primer trámite parlamentario con un margen amplio. Sánchez defendió en la sesión de control del Senado el apoyo de 198 diputados a la tramitación presupuestaria, en una intervención en la que no mencionó ni una sola vez a la coalición soberanista.

El líder del PSOE se defendió de las críticas del PP y auguró que ni la formación liderada por Pablo Casado ni Vox impedirán la aprobación de unas cuentas que son "beneficiosas e indispensables" para España, que acabarán, auguró, con el "bloqueo parlamentario" y permitirán entrar "en una fase necesaria, que es la de la estabilidad". Sánchez se preguntó además "dónde está la derecha y qué ha hecho en medio de esta pandemia", y acusó al PP de intentar derribar al Gobierno con una forma de hacer política llena de falsedades y fake news

Sin embargo, el actual inquilino de Moncloa pasó de perfil sobre el apoyo de EH Bildu a las cuentas y las críticas que ha sufrido tanto por parte de la vieja guardia de su partido como desde las formaciones de la derecha, PP, C's y Vox. Así, fue la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien recordó que la violencia de ETA cesó hace casi una década y la banda está ya disuelta, al tiempo que puntualizó que EH Bildu tiene representación legal en el Congreso y, por tanto, puede alcanzar acuerdos con el Ejecutivo, como lo hace cualquier otro partido. "Cuantos más apoyos cuente el presupuesto, mejor", zanjó la ministra portavoz, que lamentó que Vox y el PP estén más "en el regate corto" que en contribuir a la mejora de un país sumido en una pandemia.

Maroto, al ataque

Desde el PP, su portavoz en la Cámara alta, Javier Maroto, afirmó que la decisión de Sánchez de "pagar un precio político inédito a Bildu para conseguir su apoyo en los Presupuestos" ha dejado "perplejo al país". "Lo que ha hecho no tiene precedentes en la historia de la democracia española", afirmó, tras acusar al presidente de "entregar las llaves de la nación" a Bildu.

"El Gobierno de España hace política de Estado con un partido que quiere derribar el régimen. Es la primera vez que un presidente hace política de Estado con un partido al que le salen sarpullidos si tiene que condenar la violencia terrorista sin ambigüedades", denunció.

Con respecto a sus negociaciones y acuerdos con EH Bildu cuando era alcalde de Gasteiz, Maroto lo situó en un plano diferente. "El problema no es coincidir en una votación sino el precio que se paga a cambio de ello. No se le da ninguna legitimidad ni se les blanquea por coincidir en votaciones o en ayuntamientos en Euskadi. Tratar de comparar eso es ser ciego y sordo y no tener escrúpulos", zanjó.

Lastra: "Hora de negociar"

Por su parte, la portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra, aseguró que no hay "ningún acuerdo con ninguna fuerza política de momento" porque lo que ha habido hasta ahora es el debate de totalidad a las cuentas. Según la diputada, es ahora cuando empieza la negociación de las enmiendas al articulado y cuando los socialistas se sentarán "con todos los grupos que quieran llegar a un acuerdo con el Gobierno". "Bienvenidos sean todos los grupos que quieran negociar para pactar mejoras que permitan avanzar al país", zanjó.

"Son unas cuentas beneficiosas, y no lo pienso yo, sino un total de 198 diputados"

Presidente del Gobierno español

"Su decisión de pagar un precio político a Bildu ha dejado perplejo al país"

Portavoz del PP en el Senado