Hasta la ley Celaápone de manifiesto que Catalunya está sumida en campaña electoral, en concreto los partidos soberanistas, ya que ERC y PDeCAT se criticaron mutuamente por las enmiendas presentadas a la reforma educativa a costa de la interpretación que hace cada uno de lo que es una "administración educativa". La formación posconvergente considera que abre la vía a que el Ministerio de Educación, mediante un Real Decreto, pueda establecer después un porcentaje de clases en castellano en las escuelas de Catalunya, pues entiende que cuando se habla de "administraciones educativas", se está refiriendo el texto al Ministerio o al Gobierno de España.

ERC cree que el partido de David Bonvehí solo busca "hacer partidismo, lo que dice es falso y es muy grave porque es un tema muy sensible". "Todas las personas que conocen el proyecto de ley saben que cuando se habla de administración educativa, se refiere a cada una de las consejerías de Educación que hay en cada comunidad autónoma, y que cuando se habla en el proyecto del Ministerio, entonces se refiere al Gobierno de España", matiza.

"Es imposible hacer una mala interpretación. Me extraña muchísimo que no lo vean así, solo hay que coger el texto, todas las enmiendas se están refiriendo así", defendió la diputada republicana Montse Bassa. Además, recuerda que el PDeCAT no forma parte de las negociaciones ni de la Ponencia de la Comisión de Educación, que es donde se realizan las reuniones para debatir la reforma, ya que no tienen grupo propio. Bassa también señaló que es "falso", en caso de que se incluyera la enmienda al proyecto, que el Ministerio, por Real Decreto, pueda establecer un porcentaje de horas de clase en castellano, pues recuerda que "una ley orgánica está por encima de un Real Decreto".