- El acuerdo de PNV y PSE deja el nuevo estatus en términos similares a los de 2016, dándose libertad de voto. ¿Se han quedado atascados en la discrepancia?

—Esto corresponde a los partidos, pero no creo que haya habido una situación de enquistamiento y de atascamiento. Ha habido un trabajo que ha llevado a unas propuestas de posible texto articulado de los juristas, aun cuando se respeten las diferencias en cuestiones concretas. La disposición del PNV es que sea de manera lo más acordada y consensuada ampliamente posible, teniendo en cuenta que no sería buen ejercicio que se elaborara un texto que, ante la imposibilidad de que prospere en el Congreso de los Diputados mientras el ordenamiento jurídico sea el que es en el Estado, sea para guardarlo en un cajón. De lo que estamos hablando es de que el autogobierno debe tener un objetivo doble: respetar la singularidad y una identidad nacional diferenciada, y ser una herramienta para el bienestar.

¿El derecho a decidir es irrenunciable en ese planteamiento?

—Creo que hay que tener capacidad de interpretar. El derecho a decidir es más bien un principio no normativizado jurídicamente. Es más una cuestión de voluntad política y acuerdo político.

¿Qué plazos maneja para el calendario de transferencias? ¿Se tienen que cerrar todas en lo que queda de legislatura pese al coronavirus?

—Sí, el compromiso en calendario por parte del Gobierno español, adoptado en Consejo de Ministros el 20 de febrero, es que para finales de 2021 debería estar completado el proceso de transferencias. No debe ser el coronavirus cortapisa u óbice para el desarrollo de las transferencias. Estamos hablando de una ley orgánica de obligado cumplimiento.

¿En qué plazos debería llegar la transferencia de prisiones? Debía llegar este año, y ahora está muy de actualidad por el suicidio del preso Igor González. ¿Tiene un carácter más prioritario que nunca para el Gobierno vasco?

—El mismo carácter prioritario que tenía antes. Hemos tasado esta transferencia como una de las prioritarias en el calendario, pero no por el hecho de que haya habido esta situación de este preso. Creo que obedece más a la legislación penitenciaria que a la gestión de los centros penitenciarios, una legislación que debería ser modificada. Estamos en un tiempo diferente. Sí me parece importante la manifestación de reconocimiento y petición de perdón por parte de guerrilleros de las FARC en Colombia ante la familia de una persona secuestrada, el reconocimiento del error en el que han vivido. Ayudaría mucho a una modificación de la ley en el Estado.