Con a investidura de Iñigo Urkullu como lehendakari hoy en el Parlamento Vasco, la formación del nuevo Gobierno vasco superará un nuevo peldaño después de las elecciones vascas del 12 de julio y del posterior acuerdo de coalición entre PNV y PSE que permitirá de nuevo un Ejecutivo con mayoría absoluta después de 22 años. El siguiente paso es la definición de la estructura del gobierno que volverá a contar con 11 consejerías, 8 jeltzales y tres socialistas, pero en esta ocasión también tendrá dos vicepresidencias, una para Idoia Mendia y otra para algún consejero del PNV.

Según ha podido confirmar este diario en círculos cercanos al Gobierno vasco, el lehendakari Urkullu recuperará así el puesto de la vicepresidencia, una figura que no ha habilitado en las dos legislaturas anteriores pero que en esta ocasión la rescata para dar cabida a Mendia en el gabinete. La secretaria general del PSE ha apostado por entrar en el Gobierno vasco para dar más visibilidad a su partido y ganar peso político y tras una dura negociación en las últimas semanas será nombrada segunda vicelehendakari, mientras que la vicepresidencia primera la ocupará alguno de los consejeros con más peso del gabinete anterior, entre los que suenan Josu Erkoreka, portavoz del Gobierno vasco en los últimos años, y Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras.

En sus dos mandatos anteriores Urkullu no ha recurrido a la figura del vicelehendakari. Solo los lehendakaris Carlos Garaikoetxea en la primera legislatura del Gobierno vasco entre 1980 y 1984 (antes de la escisión) y Patxi López, entre 2009 y 2012 renunciaron a nombrar un vicepresidente. Sin embargo, los lehendakaris José Antonio Ardanza y Juan José Ibarretxe crearon sendas vicepresidencias en todas las legislaturas que gobernaron, tres cada uno. Ardanza nombró vicelehendakari al socialista Ramón Jáuregui, en su primer mandato; a Jon Azua, en primera instancia, y posteriormente a Fernando Buesa, en su segunda legislatura; y en la tercera y última al propio Ibarretxe. Cuando este se convirtió en lehendakari en 1999 nombró vicelehendakari a Idoia Zenarruzabeitia. Y repitió el nombramiento en las dos legislaturas siguientes en las que también presidió el Gobierno vasco.

El lehendakari dará a conocer la estructura definitiva de su gobierno y los nombres de los puestos este sábado, día en el que tomará posesión de su cargo en la Casa de Juntas de Gernika-Lumo. Entonces se desvelará la incógnita sobre el contenido y las competencias de las dos vicepresidencias, así como sus titulares. Una de las opciones podría ser que sean dos vicepresidencias sin apenas atribuciones ni contenidos, carteras sin monederos, pero con un notable valor político. La otra posibilidad sería la atribución de un área o departamento adherida a la vicepresidencia.

Justicia y Medio Ambiente

No se esperan grandes cambios ni en la estructura ni en los nombres de los titulares de los departamentos, aunque sí habrá alguna reasignación de determinadas materias que pasarán a otros departamentos. Por materias, Urkullu quiere reforzar las funciones del departamento de Justicia, hasta ahora integrada en la consejería de Empleo liderada por la socialista María Jesús San José, con una viceconsejería de Justicia. Este área pasará ahora a manos del PNV, aunque lo más probable es que forme parte de un departamento más amplio.

Este departamento se ocupará, entre otras funciones, de la gestión del traspaso a Euskadi de la competencia sobre las prisiones vascas (Martutene, Zaballa y Basauri), todavía en manos del Estado español pero pendiente de ser transferida durante la actual legislatura de Pedro Sánchez, según lo pactado entre el presidente del Ejecutivo español y el Gobierno vasco antes del inicio de la pandemia del covid-19. Algunas fuentes apuntan a que Justicia podría fusionarse con el departamento de Gobernanza y Función Pública, dos áreas gestionadas en las últimas dos legislaturas por Erkoreka, junto con la de Autogobierno.

No será la única función que hará mudanza, ya que también Medio Ambiente quedará en manos del PNV. Durante la pasada legislatura esta materia estaba integrada en un departamento más amplio que abarcaba también Vivienda y Planificación Territorial, con el consejero Iñaki Arriola al frente. El también presidente del PSE se encargó de la gestión de la crisis del vertedero de Zaldibar tras el derrumbamiento en febrero en el que fallecieron los trabajadores de la empresa Verter Reciclyng Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, este último aún desaparecido bajo los escombros. El lehendakari Urkullu pretende dar en esta legislatura un fuerte impulso a todo lo relacionado con la transición energética.

La competencia de Transportes, hasta ahora integrada en el departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras, pasará a manos del PSE, compartiendo departamento con otras atribuciones. Se dan por segura la continuidad del departamento de Cultura y Política Lingüística liderado en los cuatro últimos años por Bingen Zupiria.

El nuevo gobierno de Urkullu tendrá al menos cuatro nuevas caras. A la ya segura de Idoia Mendia habrá que sumar otros tres nuevos consejeros o consejeras. En el PNV se dan por seguros al menos dos cambios de titulares de departamento, mientras que en el PSE todo apunta a que se queda Arriola, pero hay más dudas en torno a la continuidad de María Jesús San José, hasta ahora en Empleo, y de Sonía Pérez, en Consumo, Comercio y Turismo. Algunas fuentes dan por hecho que este departamento se mantendrá, ya que, sostienen, la pandemia ha puesto en evidencia la importancia de esta consejería. Las urgencias en el sector del comercio, la hostelería y el turismo justificaría, según estas fuentes, el mantenimiento de esta consejería.

Arriola y Murga

La entrada de Mendia y la presumible continuidad de Arriola solo dejan lugar para una de las dos. Pero, además, podría ser que ninguna tuviera sitio ya que los socialistas alaveses reclaman también su presencia en el gabinete, ya que los vizcainos y los guipuzcoanos ya estarían representados a través de la secretaria general y el presidente del partido, respectivamente.

Pocos dudan de la continuidad de Erkoreka, Tapia o del consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu. Muchos de los ojos están puestos sobre la consejera de Salud, Nekane Murga, el principal rostro del Gobierno vasco para enfrentar la crisis sanitaria generada por la pandemia de la covid-19. Preguntada sobre su continuidad al frente del departamento, la consejera no dio pistas ayer sobre su futuro y se limitó a decir que ha trasladado al lehendakari que está "a su disposición" para lo que decida sobre su participación en el nuevo Gobierno vasco y destacó que se encuentra "con fuerza" tras los seis meses de gestión de la pandemia.

Tras reconocer que estos seis meses de gestión de la pandemia ha sido un trabajo "duro", Murga aseguró que ha transmitido a Urkullu que puede contar con ella " ya sea en este puesto o en el que crea que puedo trabajar acorde a mis capacidades y a lo que necesita Euskadi y el Servicio Vasco de Salud".