Un espejismo. A eso se ha reducido el supuesto acercamiento que podían protagonizar los partidos políticos en la recta final del estado de alarma después de tres meses con las espadas en alto. Así se demostró ayer en un nuevo pleno de control al Gobierno en el Congreso que se caracterizó por su carácter bronco, siguiendo la línea de toda la crisis sanitaria. Pronto se olvidó el llamamiento al acuerdo que Javier Maroto (PP) realizó la víspera al presidente español, Pedro Sánchez, en el Senado. El presidente popular, Pablo Casado, despejó ayer las dudas y acusó al líder del PSOE de crear una “crisis constituyente” con su gestión de la pandemia. También Sánchez había lanzado guiños al PP, que ahora quedan comprometidos.

“Y yo que pensaba que venía usted a tenderle la mano al Gobierno para llegar a acuerdos, señor Casado, y nos encontramos con lo mismo de siempre”, comenzó su intervención Sánchez. Según él, gracias al estado de alarma se han salvado “450.000 vidas” y se ha evitado “la destrucción de millones de puestos de trabajo”. Casado contraatacó utilizando a las víctimas y acusando al Gobierno de coalición de ocultar 16.000 fallecidos, ya que el popular los cifra en 43.000, frente a las 27.000 víctimas mortales oficiales. “Nadie en todo el mundo duda de que su gestión ha sido un fracaso. Por eso tenemos las peores cifras de fallecidos, de contagiados y de parados, pero al menos no ataque a las instituciones democráticas”, censuró.

Sánchez respondió que “dos no se pelean si uno no quiere y yo no voy a entrar en ninguna de sus provocaciones”. Concluyó que “dos tampoco se ponen de acuerdo si uno no quiere, y por eso le insto a lo que le dije la semana pasada: si usted quiere unidad, aquí está el Gobierno, si usted quiere la bronca, ahí tiene a la ultraderecha”.

El pleno fue prolijo en enfrentamientos, siguiendo la línea del marcaje que la oposición, sobre todo PP y Vox, han realizado al Gobierno. En todo este tiempo el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, no ha rehuido el cuerpo a cuerpo, y así ayer acusó al PP de “traición” a España por la postura que está defendiendo en la Unión Europea y que, según él, pasa por “conspirar” con los partidos de la extrema derecha de países como Austria, Holanda o Dinamarca para pedir que se condicionen las ayudas a España a la recuperación por el covid-19 a la aplicación de recortes. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, le volvió a pedir responsabilidades por el alto número de fallecidos en las residencias de mayores, al tiempo que le acusó de haber “enterrado” todos sus principios para convertirse en el “monaguillo” de Sánchez.

Otro de los protagonistas destacados en la Cámara baja está siendo el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por los cambios en la cúpula de la Guardia Civil. Ayer denunció que es víctima de una “causa general” basada en “fabulaciones”, mientras el PP le pidió que deje el cargo por llevar “la mentira como divisa” tras la destitución del coronel Diego Pérez de los Cobos. El ambiente en el Congreso sigue, por tanto, en ebullición.

“Si usted quiere unidad, aquí está el Gobierno; si quiere la bronca, ahí tiene a la ultraderecha”

Presidente del Gobierno español