El presidente catalán, Quim Torra, no quiere desvelar aún si adelantará o no las elecciones antes de que el Tribunal Supremo confirme la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), dictada a finales de 2019, que lo condenó de un año y medio de inhabilitación.

Fuentes cercanas al presidente catalán consultadas por Efe indican que Torra "tiene muy claro lo que piensa hacer" según el escenario que se encuentre en los próximos meses, pero no quiere revelarlo -ni públicamente ni tampoco a colaboradores cercanos- todavía, porque insiste en que el Govern debe "centrarse" en afrontar la crisis provocada por la pandemia del coronavirus.

"El president no improvisará, tiene muy claro lo que hará, pero lo explicará cuando corresponda, no ahora", han señalado las fuentes consultadas, que recuerdan que en enero Torra ya dio por finiquitada la legislatura, dadas las discrepancias estratégicas con ERC, y por lo tanto "no la alargará más de lo necesario", aunque primero quiere dejar "bien encarrilada" la salida a la crisis.

Este sábado por la mañana, Torra tenía la ocasión de pronunciarse por primera vez públicamente sobre la decisión de la Sala Segunda del Supremo, que trascendió el jueves, de fijar para el 17 de septiembre la vista del recurso interpuesto por el president contra la sentencia del TSJC, que lo condenó por desobedecer la orden de la Junta Electoral Central de retirar los lazos amarillos de los edificios públicos antes de las elecciones generales del 28A.

La convocatoria consistía en participar en la campaña de donación de sangre en el Palau de la Generalitat y atender a los medios.

En sus declaraciones, sin embargo, Torra ha querido "centrarse" exclusivamente en agradecer el "gesto de generosidad y solidaridad inolvidable" de las 53.000 personas que durante el confinamiento "vencieron todos los miedos" y acudieron a los hospitales para seguir donando sangre.

Fuentes del Palau de la Generalitat han indicado que Torra es reacio a comentar "rumores y filtraciones" y han subrayado que aún no han recibido "notificación oficial" de que la vista de su recurso al Supremo se celebrará el 17 de septiembre.

Torra, insisten desde su entorno, sigue "concentrado" en la crisis derivada de la pandemia y hace caso omiso a las "presiones" para que ponga fecha a las próximas elecciones en Cataluña y se adelante así a su posible inhabilitación a manos del Supremo.

Horizonte electoral

Sin ir más lejos, sus socios del Govern, ERC, reclaman desde hace semanas que el president pacte con ellos un horizonte electoral y no permita que sea el Supremo el que, apartándolo del poder, provoque unas elecciones sobrevenidas.

Tras conocerse el jueves la fecha del 17 de septiembre para la vista del recurso de Torra, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, salió al paso con un vídeo en el que le expresaba su solidaridad ante la "nueva ofensiva judicial" y propuso al conjunto del independentismo una reunión para acordar una estrategia frente a la "represión".

En las filas presidenciales, estas expresiones públicas de ERC causaron cierta perplejidad, ya que entienden que el anuncio del Supremo no es oficial y no ha sido notificado aún a Torra.

Hoy sábado, también el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha emplazado Torra a fijar un "horizonte electoral claro" para no dejar que sea "una decisión del Tribunal Supremo la que ponga en marcha la convocatoria electoral".

¿Cuáles son las posibilidades que tiene por delante Torra?

Una de ellas es anticiparse al Supremo y convocar elecciones antes de que sea inhabilitado, si bien esta opción no entra en sus planes a corto plazo, puesto que ya ha dicho que solo las convocará si considera que la resolución de la crisis está encarrilada.

Otra posibilidad es que firme el decreto de convocatoria una vez que el Supremo confirme su inhabilitación pero antes de que esa confirmación le sea notificada y, por lo tanto, sea efectiva.

En caso de no convocar elecciones, su inhabilitación provocaría que el vicepresidente del Govern y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, quedase provisionalmente al mando del ejecutivo, hasta que fuese investido otro presidente -JxCat podría postular a uno de sus diputados- o venciesen los plazos sin haber investido a nadie, lo que conduciría a la convocatoria automática de elecciones.