- El viraje de Ciudadanos apoyando en el Congreso la prórroga del estado de alarma el miércoles de la semana pasada ha trastocado las estrategias de algunos partidos que ya no son tan decisivos en la aritmética parlamentaria, como sucedió con ERC, que pese a votar negativamente, el Gobierno español sacó adelante el decreto sobre la alarma. EH Bildu se abstuvo en aquella ocasión, aunque sus votos eran irrelevantes en aquella votación, que prosperó con los votos del Gobierno de coalición, PSOE y Podemos, Ciudadanos, el PNV y Más País.

Bildu le pidió ayer explicaciones a Sánchez por apoyarse entonces en Ciudadanos. El diputado Oskar Matute le pidió que apueste por el Estado de bienestar frente a posiciones liberales, en referencia a los diez votos del partido de Inés Arrimadas en el Congreso. Sánchez no se anduvo con rodeos y le avisó que “uno de los errores de la izquierda es hablar de redistribución y olvidar el crecimiento [económico] y la creación de empleo”.

Por ello, el presidente español defendió “la lógica de lo que está haciendo el Gobierno con una red de protección” a familias y empresas y la movilización de fondos. A su juicio, es preciso “sostener el tejido productivo” para que cuando se reanude la actividad económica “ellos lideren” el crecimiento y la creación de empleo.

Por su parte, Matute remarcó el riesgo que comporta la “voluntad” de Sánchez de “alcanzar acuerdos con las derechas” ante la crisis provocada por el coronavirus, porque ello supondrá repetir la forma en que se resolvió la crisis económica de 2008, cuando se logró que “los ricos fueran más ricos y los pobres más pobres”. En la réplica Sánchez le dijo que “no hay que mezclar los debates” y que una cosa es la declaración del estado de alarma, que resulta una “necesidad” y otra el “proyecto progresista” del Gobierno.