El president de la Generalitat, Quim Torra, reiteró ayer ante el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, la necesidad de “confinamiento total y el paro de cualquier actividad que no sean servicios esenciales” y solo se permita el desplazamiento de profesionales sanitarios, de alimentación y otros servicios básicos. Torra realizó esta petición en la videoconferencia celebrada ayer entre Sánchez y los presidentes autonómicos. Además, y aunque no lo llegó a confirmar en la rueda de prensa posterior, diversas informaciones apuntaban a que Torra pidió en esa reunión el cierre total de cuatro comunidades. Además de Catalunya, se trataría de Madrid, Euskadi y La Rioja, que serían las cuatro comunidades en las que el coronovirus ha azotado con mayor virulencia. Según el president, urge la petición de confinamiento total, y destacó que en la videconferencia lo plantearon cuatro presidentes autonómicos, que no quiso nombrar, pero a los que agradeció su postura, “sobre todo, porque nos da fuerza después de tantas acusaciones sencillamente por querer avanzarnos a las medidas drásticas”. Murcia sí confirmó su petición de cierre y se la hizo llegar al Ministerio de Sanidad, un nuevo pulso del PP con Sánchez. Planteó el cese de toda actividad económica no esencial. El presidente Fernando López Miras dio la orden ayer y la presentó en rueda de prensa tras la reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno: “Prefiero el desgaste económico, que lo habrá, antes que la pérdida de vidas humanas”, defendió el popular, que gobierna con el apoyo de C’s y Vox. El Ministerio desautorizó este movimiento.

Además, varios de los presidentes autonómicos, entre ellos el catalán Quim Torra y castellano-manchego Emiliano García-Page pidieron a Sánchez que se “reflexione” sobre si hay que endurecer las restricciones en relación al confinamiento. Una petición compartida por parte del Ejecutivo de coalición que, según diversas fuentes, presionan a Pedro Sánchez para que se modifique el decreto de alarma y, en la práctica, se paralice totalmente el Estado español. Por ejemplo, que cese toda la actividad económica, salvo la de las llamadas empresas esenciales. Es lo que anunció Italia el pasado sábado por la noche después de dos semanas de confinamiento como el de España y después de que expertos chinos hubieron criticado ese sistema por laxo.

Sin embargo, Sánchez no admite esta posibilidad, según estas fuentes. La posición que triunfa a día de hoy es la que mantiene la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que alerta de las consecuencias económicas que tendría esa medida al parar totalmente la actividad. Quien también aboga por medidas más drásticas es el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, quien señaló ayer a través de una videoconferencia que cuanto más tarde se paralice la actividad económica “no imprescindible”, mayor será el coste. “¿Quién entiende que hayamos estado confinados el fin de semana y el lunes miles de trabajadores cogerán sus coches, el transporte público, compartirán vestuarios y comedores con otros miles de trabajadores?”, cuestionó Otegi, para quien es momento de “seguir a rajatabla las instrucciones de la OMS”.