bilbao - El derrumbe del vertedero de Zaldibar no está pasando una gran factura al PNV. El lehendakari ha vivido estas semanas el momento más delicado de su mandato con el marcaje de la oposición, que lo ha presentado como un dirigente superado por los acontecimientos y ha puesto en duda su capacidad de gestión y cercanía a las personas. Pero la última encuesta de EITB Focus, que culminó el pasado jueves y que, por lo tanto, se efectuó tras esta tragedia y tras la comparecencia de Urkullu en la Diputación Permanente, vuelve a reflejar una victoria contundente del PNV en las elecciones del 5 de abril: 31 escaños, tres más que en 2016, a razón de un asiento más por cada territorio. El sondeo ya no le concede la oportunidad de lograr un segundo escaño extra por Araba, que estaba en duda en el anterior estudio de principios de febrero, pero en porcentaje de voto se mantiene casi intacto, del 40,9% de la encuesta previa hasta el 40,7% actual. Los 31 escaños son la marca que se había fijado Andoni Ortuzar como reto unas horas antes de publicarse el sondeo. De confirmarse, sería un resultado histórico porque el PNV nunca ha superado los 30 tras la escisión de EA y sin acudir en coalición con ella. Urkullu se mantiene como el candidato mejor valorado, con un 6,29 sobre 10.

La oposición no ha rentabilizado su marcaje, y EH Bildu vuelve a situarse lejos de disputarle la hegemonía, estable en sus 18 escaños actuales y con opción de lograr uno más. Su 23,2% de voto es algo superior al 22,6% del sondeo previo. El PNV, por su parte, desbordaría con sus socios del PSE la mayoría absoluta que ahora no tienen. Los socialistas suben desde sus actuales nueve parlamentarios a 11 o 13, incluso mejor que los 12 que les daba el estudio de febrero, que ya los situaba en tercera plaza. La encuesta es una actualización del sondeo publicado hace unos días. Ha llegado tras la tragedia de Zaldibar y las crisis en el PP y Podemos, que siguen en mínimos, con 5 o 6 escaños los primeros pese a presentarse en coalición con C's, y de 7 a 9 los segundos.

El otro gran titular que arroja la encuesta es la posible irrupción en el Parlamento de hasta tres parlamentarios que cuestionan en mayor o menor medida la foralidad y el autogobierno: dos de Ciudadanos y uno de Vox. Los naranjas lograrían la presencia que nunca han tenido por sus propios medios. El PP les ha dado puestos de salida en su coalición, una representación que vio sobredimensionada la dirección de Alonso pero que impuso Casado desde Madrid. Tendrían un escaño en Bizkaia y otro en Araba. Su discurso crítico con el Concierto, que permite a Euskadi recaudar sus impuestos, nunca levantó pasiones. Lo han modulado para pedir transparencia en el Cupo.

Por otro lado, la ultraderecha de Vox podría conseguir un escaño por primera vez, y lo haría en Araba. La encuesta le concede entre cero y uno. El golpe de mano de Casado desde Madrid para fulminar a Alonso, situar a un candidato duro y de la época de la resistencia contra ETA como Carlos Iturgaiz, y forzar los términos de la coalición con C's no están dando resultados. La fractura emocional provocada por Casado en el PP de la CAV no habría servido para frenar el trasvase a Vox, aunque puede servir a otros objetivos a nivel estatal como ensayar la coalición con C's. Esa suma con el partido naranja tampoco aporta demasiado al PP vasco. Con respecto a los nueve parlamentarios que logró Alonso en 2016 en solitario, el PP se queda ahora en 5 o 6. Iturgaiz es el candidato peor valorado con diferencia, con un 1,41 sobre 10. Mientras tanto, el PNV opta a resultados históricos. El sondeo sí refleja que quienes tienen una excelente o buena imagen del Gobierno han bajado 10 puntos, pero siguen siendo más de la mitad (52%), frente al residual 5,6% que tiene una imagen mala o pésima.

Se realizaron 1.200 entrevistas, entre el 25 y el 27 de febrero, en plena crisis del PP y de manera más tangencial en la de Podemos, que estalló justo el último día del estudio. Si se comparan sus resultados con la anterior encuesta, la coalición Podemos-IU, sin Equo tras la ruptura impuesta por Pablo Iglesias desde Madrid, puede perder posiciones: en la anterior oleada se reflejaba una caída desde los 11 escaños hasta 8 o 9, pero ahora la horquilla baja hasta situarse entre 7 y 9 asientos. A Miren Gorrotxategi la puntúan con un 4,32 de nota. El PP tuvo un 7,2% de voto en solitario en la anterior encuesta, y con C's logra un 7,3%. La participación cambia (69,2% en el sondeo anterior, y 67,9% ahora).

Por territorios

El PNV gana en los tres territorios. En Bizkaia, logra más del doble de apoyos que Bildu (12 escaños y un 44,5% de voto, frente a los 5 asientos y el 19,9% de la izquierda abertzale, que se mantiene). El PSE logra uno más que en 2016 hasta situarse en 4, Podemos-IU baja de 4 a 2 o 3; y PP+C's podría mantener sus dos actas o perder una. En Gipuzkoa, el PNV ganaría con 10 escaños, seguida de los 8 de Bildu, los 3 de un PSE que puede subir hasta 4, los 3 de Podemos-IU que podrían perder uno, y el único representante del PP, que baja un escaño. En Araba, el PNV logra un escaño más hasta los 9, EH Bildu podría lograr un sexto asiento o mantenerse en cinco, el PSE escala desde los 3 actuales a 5 o 4; PP+C's pierde dos y se queda con 3, y Podemos-IU baja uno, y se queda con 3.